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Reino de las diosas
Una joven de cabellos azulados caminaba directo a la casa de su mujer amiga hija de la deidad suprema.
— ale qué alegría verte.— mencionó una joven de pelos albinos abrazándola.
— también me alegro de verte Eli.
Ambas siguieron su camino charlando y dirigirse hacia las afueras del reino donde se supone que se preparan para las batallas con la raza demoníaca.
.....
— hay algo que me tiene inquieta, ale.
— haci y que es?
— bueno las ataques usualmente antes eran constantes pero ahora ni siquiera atacan.
— tienes razón, será mejor estar atentas.
Pero de repente se escucha una exploración a lo lejos.
— ahí no.
— de monos prisa Eli.
Y así salieron volando rápidamente hacia el lugar.
Pero lo que encontraron las dejo horrorizadas había sangre por doquier, y todo sangre de sus compañeros.
No esperaron más y salieron a ayudar.
Pero en eso su mirada cocha con la un demonio.
Más específico con el demonio que pose el mandamiento del amor.
Se quedaron mirando, parecía que solo eran ellos dos y nadie más, ella pudo observar que la marca que representa a los demonios no estaba en cambio había unos ojos verdes esmeraldas realmente hermosos.
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pero su amiga tuvo que sacarla de tal pensamiento para recoger a los pocos que quedaban con vida y salir.
Ella y Elizabeth crearon una distracción con el Ark y salir de ahí.
Pero Ale no parada de pensar en aquel demonio, pero dejo ese pensamiento pensando que nunca lo volvería a ver.
Que equivocada estaba si supiera que le destino tenía otros plantes o que tal vez el mismo demonio haría lo que fuera por volverla a ver.
