━━━━ 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑 𝐘 𝐑𝐄𝐒𝐏𝐎𝐍𝐒𝐀𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃.
La historia que siempre se cuenta.
La historia sobre un chico que fue mordido por una araña alterada. Le brindó poderes e inició su leyenda. Esa es una historia que todo el mundo conoce.
El Hombre A...
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══ 𝐒𝐏𝐈𝐃𝐄𝐑-𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 ══ ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
La batalla final entre los rivales más fuertes.
El Hombre Araña, quien bajo aquel traje destruido y cubierto de sangre se encontraba Miles Morales.
Daemos, el Heredero más fuerte y que no ha sido derrotado en más de cien años.
Los dos rivales se miraban fijamente, preparados para el combate.
— Lo hiciste muy bien al presionarme hasta este punto. Me ayudaste a hacerme más fuerte — dijo Daemos, mientras crujía su cuello — ¡Muéstrame el gran poder que posee...! ¡El Hombre Araña más fuerte!
— ¡No me importa si te he ayudado o no! — exclamó Morales, mientras apretaba sus puños con fuerza — ¡Esta batalla...! ¡Desde que me volví el Hombre Araña...! ¡Todos los que conocí en el camino...! ¡Todo me ha llevado hasta este punto! ¡Y no voy a dejar que tú los destruyas!
Los rayos Bioeléctricos de Morales envolvieron por completo su cuerpo.
— ¡No pienso darme por vencido! — gritó Miles, con todas sus fuerzas.
Una gran sonrisa se formó en el rostro de Daemos.
Desde hace un muy buen rato, Miles golpeaba muy fuerte. Demasiado fuerte.
Golpeaba a matar.
Había pasado muchos años desde la última vez que lo hizo. Ni siquiera cuando se enfrentó a Kindred lo había hecho.
Realmente... estaba usando toda su fuerza.
LO ESTABA DANDO TODO
El Hombre Araña se impulsó, a gran velocidad, en dirección del Heredero. Pero este no dejaría su brazo a torcer.
Alzó sus dos manos y le lanzó una gran cantidad de aguijones. Parecía una lluvia de balas.
Por suerte, gracias a la aún velocidad del moreno, podía esquivar con éxito cada uno de los aguijones. Incluso... logró tomar uno.
Al tomarlo, dio un gran salto y, girando en el aire, se lo lanzó directamente al Heredero, el cual apenas lo pudo esquivar haciéndose a un lado. Pero Miles no perdió la oportunidad y se acercó, dándole una gran patada en el estómago.
Pero Daemos tomó a Miles del cuello y lo mandó a volar, estrellándolo contra una farola y haciéndolo caer contra el suelo.
— ¡Maldita sea! — exclamó Miles — ¡Pero, ¿qué...?!
