Kyle's POV
Me levanté con un terrible dolor de cabeza por el dichoso despertador que no paraba de sonar, no podía apagarlo y lo estampé contra la pared. Al instante escuché unos pasos apresurados.
-¿Qué ha sido ese ruido, hermanito?- Ya estaba vestida, seguramente habrán llegado esta mañana. Menos mal que Brad y algunos amigos me ayudaron a guardar todo.
-Nada, pequeña. Dile a papá que hay que comprar otro despertador. Ven aquí a darme un beso, va.- Ella obedeció y corrió hasta mi cama, me abrazó con sus pequeños bracitos y me dio un beso en la mejilla y yo se lo devolví. Empecé a hacerle cosquillas mientras ella no paraba de reir, me encantaba verla así.- ¿Cómo ha dormido hoy mi princesita?
-Muy bien, ogroo.- Me contestó con una sonrisa.
-¿Cómo me has llamado? ¿Cómo me has llamado?- Le preguntaba mientras le volvía a hacer cosquillas.
-Gu... Gu... Guapo... Te he llamado guapo.- Contestó con dificultad, sonreí con satisfacción y paré de hacerle cosquillas.
- Así me gusta, y no soy guapo, soy guapísimo.- Le guiñé el ojo a lo que soltó una carcajada. Ella bajó de la cama dispuesta a salir de la habitación y dijo.
- Más te gustaría, ogro.- Dicho eso, salió corriendo. Sonreí y me levanté de la cama con mala gana.
Mi hermana pequeña tiene 5 años a punto de cumplir 6, nos llevamos súper bien y se parece bastante a mí. Tiene el pelo castaño, el mismo tono de mi cabello, la nariz pequeña, la parte del puente de la nariz y las mejillas lo tiene lleno de pequitas, le salen pequeños hoyuelos al sonreír y lo único que tiene son los ojos azules de mi madre que en paz descanse. Murió de un accidente de tráfico de camino al trabajo. Sam, mi hermana, tenía un año recién cumplido cosa que en una pequeña parte agradezco ya que ella no le costó superarlo sabiendo que con esa edad no se enteraba de casi nada. Con que mi padre, mi hermana y yo tuvimos que salir a delante. Y por esa razón nos mudamos aquí, la casa en la que estábamos nos traía demasiados recuerdos de ella.
Fui a darme una ducha fría para despertarme mejor. Bajo el agua recordé lo que ocurrió ayer y fruncí el ceño. Seguramente fue por el alcohol que reaccioné así y lo que me fastidiaba es que no me había acostado con ninguna chica buena ni nada. Me vestí y decidí llamar a alguien para saltarme la primera clase y pasármelo bien para compensar lo de anoche. Al tercer tono contestó.
-¿Diga?- contestó.
-Hola, ¿te saltas la primera clase y voy a tu casa a pasar el rato?
-Claro que sí, por ti lo que sea mi Kyle, te espero en mi casa entonces.- Colgó la llamada.
Ya conocía a Megan de antes, yo vivía en un barrio un poco lejos de aquí y la conocí en una discoteca. Me había acostado con ella esa misma noche y desde ahí supe que si quería sexo, a la primera que se me ocurriría sería ella.
Bajé las escaleras y todos estaban desayunando.
-Buenos días familia.- Le di un abrazo a mi padre y un beso a mi hermana.
-Papá, ¡Kyle ha roto el despertadoooor!- Mi padre me lanzó una mirada asesina.
-¿Otro?- Me preguntó. Solo asentí con una sonrisa de disculpa.- Tengo que irme a una reunión ahora mismo, ¿te importaría llevar a tu hermana al cole?
-Vale, llevaré a esa mocosa al cole.- Dije pellizcándole suavemente la nariz a mi hermana a lo que ella sonrió y me sacó la lengua.
-Adiós papá, suerteee.- Le dio un beso en la frente a Sam y a mi me revolvió el pelo para después yo me lo volviera a arreglar.
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Cuidado, un gilipollas.
Teen FictionElla, una joven adolescente y él, el típico arrogante popular que cree que tiene a todas las chicas a sus pies. En su último año, sus vidas darán un vuelco completamente diferente. Ellos acabarán odiándose mutuamente pero, ¿podrán escapar de las g...