Nuevamente, un día normal en el canal de 31 minutos.
Ya habían empezado a transmitir el programa y Tulio como siempre estaba siendo el típico presentador egocentrico de siempre.
Lo unico diferente era que Policarpo y Bodoque estaban haciendo un plan en uno de los pasillos.
—En fin ¿Lo tienes todo claro, Poli?
—Por supuesto Bodoque, solo es tirar este palo a ver si Mario Hugo lo va a perseguir y evitar que se mate chocando con algo.
Juan Carlos llamó a Mario Hugo que estaba tomando un té mientras hablaba con Patana.
—Ahora vengo, Patanita— Mario Hugo se despidió de Patana y fue donde Juan Carlos y Policarpo.
—Hola Mario, queríamos decirte algo— dijo Bodoque de una manera claramente no sospechosa mientras Policarpo solo tenía una sonrisa nerviosa.
—¿Qué cosa?
—¡Esto!— Policarpo tiró el palo a una dirección aleatoria.
El plan de Juan Carlos y Policarpo era ver si Mario Hugo preseguía el palo y efectivamente así pasó, lo que no esperaban era que Mario Hugo literalmente se lanzaría a por el palo para terminar corriendo lo más rápido que pudo en cuatro patas, dejando confundidos a Bodoque y a Policalvo.
En un instante Policarpo se arrepintió de no haber visto a donde tiraba el palo ya que vió que el palo terminó entrando en la sala de grabación donde estaban Tulio y la entrevistada que era la cientifica Helen Ortega.
En la camara se pudo ver un palo pasar por encima de Tulio y la entrevistada que fue atrapado por Benjamín Listillo.
Unos segundos después pasó Mario Hugo haciendo tropezar a Tulio y a la cientifica, la cual estaba presentando un químico pero justo cuando iba a decir que era lo que hacía, el matraz donde tenía el químico se le resbaló de las manos.
Tulio con sus no tan desarrollados reflejos logró atrapar el matraz antes de que se estrellara en el suelo, estaba apunto de dejar el matraz en la mesa de manera victoriosa cuando escuchó un sonido de perro lastimado y vió que el matraz ya no tenía nada.
—¡Juanín, pon los comerciales!— gritó Tulio mientras intentaba ayudar a Mario Hugo que seguía en el suelo.
—Señorita Ortega ¿Qué era ese químico?— preguntó Juanín después de haber puesto los comerciales.
—Nada que preocuparse, simplemente cambia la personalidad normal a una opuesta— explicó con normalidad la cientifica —Con su permiso, me retiro.
—¿Y hay algo que lo remedie?
—... Haces muchas preguntas, pequeñín, calladito te ves más lindo— dió una sonrisa cínica y le agarró la cara a Juanín para luego salir del estudio dejando a Juanín enfurecido.
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