Futuro

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Otra vez historias de Mario Hugo chiquito-

SANAN MI NIÑA INTERIOR ¿OK?

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Desde que conoció a los trabajadores de tal restaurante siempre iba ahí.

Ya sea a pasar el tiempo, contar lo que fue su día, a veces hacía las preguntas que siempre tuvo ya que no tenía a nadie a quien preguntarle y les mostraba sus dibujos.

Se podría decir que esas personas eran su única familia.

Familia...

A su parecer era una palabra muy rara ¿Qué es realmente una familia? Siempre les preguntaba a los trabajadores del local y siempre respondían lo mismo.

"Familia es la gente que te quiere y nunca te dejaría atrás en ningún momento"

Estuvo yendo todos los días y a veces se sentaba en una mesa y dibujaba en su cuaderno.

También habían personas que le preguntaba si su madre o su padre trabajaban ahí pero el siempre respondía lo mismo.

"No tengo padres"

Cuando cumplió 9 años vió al adolecente (al cual llamaba Tito) y a la mujer (a la que le decía Tía) conversando ambos con una cara de angustia mientras miraban de reojo a Mario.

Claro, Mario Hugo no entendía nada pero al día siguiente, el adolecente y la mujer cuando terminó su turno lo llevaron a un lugar.


"Orfelinato"

Según lo que Mario tenía entendido, ahí llevaban a los niños para que los cuiden.

—Lo lamento pequeñín, pero ya no podemos cuidarte más— dijó la mujer mientras bajaba a Mario Hugo ya que lo llevaba en brazos.

—No tenemos elección, Mariecito— el adolecente se veía afectado por el suceso, en un año ya había agarrado cariño por Mario.

—Tía ¿Me van a dejar aquí?— preguntó Mario de manera inocente a lo que la mujer asintió —¿Pero puedo ir a visitarlos?

—Lastimosamente no, pero es lo mejor para tí, Mario— el adolecente intentó no dejar ver el hecho de que estaba a punto de llorar a cántaros para no hacer sentir mal a Mario.

—¿... No los volveré a ver nunca?— era una de las últimas preguntas que les iba a hacer.

—Eso no lo sabemos pero por mientras entremos, quizás puedas hacer algún amiguito para que no estés tan solito— dijo la mujer para agarrar a Mario de la mano y empezar a caminar a la recepción del lugar.

Cuando entraron vieron a una mujer que parecía ser la cuidadora y recepcionista.

Empezaron a hablar con la cuidadora mientras Mario se sentó en un asiento abrazando su mochila la cual tenía dibujos de nubes y stickers de dinosaurios.

Al lado de Mario había una puerta que parecía dar entrada al lugar donde estaban los demás niños y de ahí se asomaba una silueta pequeña.

Uɴ Lɪʙʀᴏ Hᴇʀᴍᴏsᴏ Y Dᴇsᴄᴏɴᴏᴄɪᴅᴏ𖧷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora