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Vieron todos como Guillermo se levantaba para salir, había dicho que iría por unas bebidas, y Lionel recordaba a la perfección esa casa de los Reynoso, donde se hospedaban Canelo ya que después de todo, su entrenamiento era diario y no le gustaba tanto su misma casa, Lionel miró como todos estaban curiosos en el lugar, miraban y caminaban por los lugares, como si nunca hubieran visto ese lugar antes

—¿Nunca han visto una casa o que? —pregunto bastante burlon ante ellos mientras sonreía de forma irónica, vio que aquello solo les causó un mirar con cejas alzadas, como que lo dicho no les causará gracia, aunque para él si que lo daba... Aunque su sonrisa se borró cuando recordó que ellos eran él en parte, y se lo estaba diciendo a si mismo.

—ja, que gracioso, mira, me burlo —decia el Lionel tranquilo, aunque aún tenia un rostro enfermizo por el hecho de haber deshechado todo lo que tenía en el estómago, por eso también Guillermo salió por algo para tomar, no quería que ese Messi terminará enfermo y comenzaría a contagiar a todos.

—...bueno, basta de bromas, estoy bastante enojado, no se a que estás jugando, pero no me está gustando para nada, Lionel negro, porque no mereces que te llamen modelo —aun seguia escéptico a todo, pero se fue acercando de manera amenazante a este, quien seguia en el suelo con una pose aburrida, viéndole con la ceja alzada ante ello.

Ver su sonrisa de medio lado le causó más rabia posible — ¿Que? Simplemente estoy aquí tranquilo, literal no estoy planeando nada, una cosa es que si sigues de lento, me quedaré ese lindo chico, realmente termine flechado por el —decia bromista, aunque realmente no era una broma, ocasionando que el prometido de Guillermo terminara horriblemente furioso.

Antes de lanzarse, recordó su plan ante eso, frunciendo su rostro terriblemente, que paso a todo en segundos una sonrisa de lo mas tranquilo— adelante, te dejaré días a mi esposo.

—¿Eh?

—¿¡AH!?

Tanto el Lionel de camisón negro se quedó escéptico, como los demás, que abrieron sus ojos ante todo, acercandose con preocupación a ese Lionel, el original, tocando su frente y chequeando que no se sintiera tan mal.

—¿Te encuentras bien? ¿Acaba de suceder algo? —estaba bastante nervioso el Lionel risueño, su mirar pasaba repetidas veces al cuerpo de ese Lionel, viendo como aún mantenia su sonrisa.

—estoy perfectamente, pero... Te dejaré con mi esposo, si logras ganarle a Saúl una pelea —dijo en paz, cruzándose de brazos, de todas sus versiones, el era quien sabía al menos lo básico del boxeo y podía esquivar los golpes del pelirrojo.

Sabía que terminaría molido a golpes, y con un rostro feo, al menos Guillermo no lo confundiría más, vio como este sonrió soberbio porque realmente, todos pensaban que Saúl solo era un charlatán.

Sin saber que él fue ese hombre que los maneo a todos e hizo vomitar al Lionel tranquilo.

—es demasiado fácil, me hubieras puesto un reto, pero ya que insistes, fácilmente puedo ganar... Así que, vamos a darle —hablaba con tranquilidad, manteniendo su sonrisa ladeada, se levantó en paz para ahora estirar fuertemente su cuerpo — seguro es un charlatán que tienes como amigo.

—creeme, a Saúl le encanta hablar de más, tanto que siempre quiere pelear conmigo para dejarme en ridículo —decirlo quería reírse de si mismo ante eso, sabiendo perfectamente que Canelo no era para nada un charlatán, y lo dejo en demostración más de muchas veces

Ese Lionel lo único que hizo fue caminar a la salida — bien, solo dime dónde duerme ese Saúl o donde vive, y yo lo retare, ve teniendo bien a mi amoroso premio, será ahora mi esposo —decia con gracia, viendo como este Lionel aguantaba su coraje, pero tenía bien marcado su sonrisa.

¿Amores? [MESSI'S X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora