One Shots Male Reader [|] [Terminado]

Sufrir - Minato Namikaze [Naruto]

Advertencia: Hanahaki Disease (Espero te guste <3 pero puedes quitar o agregar algo si quieres)

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¿Qué debería hacer? Sentía que sus sentimientos por él crecían más y más.

Él veía como la miraba ella, su pecho dolía cada que lo recordaba, su corazón latía desesperado cuando estaba cerca.

–Ella... ¿ella te gusta? –Le pregunto una vez, estaban caminando juntos, y la pregunta apenas pudo salir.

Sentía de nuevo ese dolor y presión en su pecho, quizá sus ojos azules esperaban a que asintiera para dejar salir las lágrimas, pero mientras tanto solo apretó los dientes y le sostuvo la mirada.

–N-No, es solo que, ella es, es muy linda... –Eso solo lo hizo abrir los ojos como platos, permitiéndose dejarlo terminar.

–Entonces... –Dio a entender al rubio que continuara pues este paro de caminar y miro hacia adelante.

–Es linda... es alegre, generosa, también su manera de terminar las frases... ella es, es hermosa. Realmente me gusta su manera de ser, también su cabello, sus ojos, okey, puede que si la quiera de otra manera, ¿sí? Solo no lo menciones, por favor –

El solo paso saliva, miraba al mismo punto, Minato estaba extremadamente rojo, aquel azabache quería dejar salir esas lagrimas contenidas, pero lo veía feliz, feliz mientras dentro de él crecía algo más que esa presión en el pecho.

Apretó aún más sus manos, estrechándolas una con la otra, suspirando entrecortado.

–Y-Ya, está bien, será un secreto, hasta que tú lo decidas eh –Trato de soltar una risa, acercándose a dar un golpe suave en el hombro del rubio –Igual t-tenemos que darnos prisa, vamos Minato...

Con eso jalo el brazo del rubio, que seguía en su momento de pena, rojo como un tomate.

Mientras _____ se lamentaba de la pregunta que hizo, no solo aumento ese sentimiento en su pecho, si no que se expandió al resto de su cuerpo.

Desearía que esas cortas palabras fueran para él, que se sonrojara con tan solo hablar de él, que estuviera nervioso al verlo, pero, era algo que realmente no iba a pasar nunca, ¿no? Apenas se levantaba, después de darle vueltas y vueltas.

¿Realmente valdría la pena intentarlo? Se tallo frustrado la cara, desordenando aún más su cabello azabache.

Además, desde hacía días en los que tenía esa molestia en su garganta, subiendo por todo su esófago molestando más y más, la pequeña tos solo fue el inicio de su problema. La tos se abrió paso en ese silencioso lugar, su casa.

–Mierda, que es e-esto –Se sostuvo de una de las paredes, su mano subió hasta su boca, la cubrió buscando pararla.

Solo recibió gotas de sangre en sus palmas, pequeños pétalos manchados por ella, pero eran pétalos de flores irreconocibles, las miro aterrado, ¿Cómo habían llegado ahí? Pero los pensamientos pasaron a segundo plano cuando la tos volvía a ser presente, fuerte y raspando la garganta.

Apenas pudo respirar salió corriendo a la habitación, tenía que revisarse, podría sobre pensar las cosas sobre el rubio que le gustaba, pero tampoco quería morir en esos momentos.

Sus manos temblaban alrededor del dinero que estaba contando, teniendo suficiente y sudando a mares.

Ahora... ¿Quién no disfruta de caminatas largas por la noche mientras piensas en cómo salvar su vida sin dejar de amar a alguien?

Pasaron meses, meses en los cuales los pétalos se convirtieron en flores completas.

La primera vez paso en frente de sus compañeros, en frente de él, sentía arcadas subir por su garganta, cosquilleos subiendo desde el estómago hasta la punta de su lengua. Salieron unas cuantas primero, salpicando el piso con sangre y pétalos deshojados.

Pero frente a ellos estaba una flor de los gladiolos, quizá poco conocida, pero bonita, si no estuviera llena de sangre y lágrimas que bajaban por sus mejillas según sus pensamientos, no sabía si hundirse en vergüenza o llorar hacia el rubio, que lo veía preocupado y se acercaba más y más a mirar su estado.

–¡¿_____?! ¡¿Estas bien?! –______ se aferró a parte de su uniforme, a punto de hablar para tranquilizarlo.

Interrumpido abruptamente por otra flor brotando desde du garganta, raspando su tráquea, era la única forma de sacarlas, vomitaba y sangraba.

"–Sé que vas a negarte, pero la única manera de que esto no avance más es una cirugía, te quitaremos la enfermedad arrancando la raíz, pero eso se llevara tus sentimientos por esa persona... –" Que lindo dilema, no es así?

Lo miro a los ojos, sabia de sobra que el estar cerca de Minato le hacía peor, pero no podía evitarlo, le encantaba perderse en esos ojos color azul brillante y esas pocas veces en las que pudo acariciar su rubio cabello.

–S-si, estoy bien, Minato, no te preocupes... –Respondido sobando su garganta.

Le encantaba cada una de las cosas de Minato, amaba a Minato, pero, que era lo mejor en esta situación?

Simplemente no podía dejar que el tiempo lo decidiera, no esta vez.