One Shots Male Reader [|] [Terminado]

The Grabber [The Black Phone]

-Honey__Bitch

(Ojala te guste, si quieres cambiar algo o agregarlo adelante y dímelo.

Ahora si, es el ultimo, ahora me voy a ahogar en tareas ;D, disfruten la lectura)

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Era capaz de saber que estaba completamente mal, saber lo que hacía, saber que lo disfrutaba y no decir nada, por lo contrario, ayudarlo.

Jalando por el piso el cuerpo sin vida, cargando la pala o quitando la tierra, ayudando en cada uno de sus juegos, en cada asesinato.

Aveces las voces de los chicos resonaban en su mente, en el ultimo suspiro de ayuda al verlo parado en la puerta del sótano, pero dedicaba a concentrar su mirar en los ojos llenos del de la mascara, llenos de éxtasis, complacido ante su trabajo.

—Él a sido un niño travieso, ¿puedes ayudarme a darle una lección? —Era claro, cualquier tono de amabilidad anterior se había perdido por completo.

La mano era estirada hacia él, un simple pregunta, simple invitación, tan simple que no se negaba a aceptarla, sonriendo un momento para después tomarla y acercarse.

Asegurando un corte limpio, varios de igual forma, cortando la superficie para comenzar a hundirlo lentamente después, algunas veces con la atenta mirada de Albert en él, tan intensa que sentía como lo perforaba su ser.

—Eres un buen chico, un buen chico para mi... —Siente algunas caricias en su cabeza, sabe lo que ah hecho, no le molesta pensar que lo hizo para él, le es reconfortante escuchar esas palabras.

Aquella arma  fue retirada de sus manos, ve cada movimiento de su pareja, como acomoda todo perfectamente, aun parado siente las fría manos de él tomar su cara, automáticamente las suyas se van a su cintura, la parte de de arriba de la mascara permanece en su cara, siente el acercamiento a sus labios, el lento movimiento de los mismos.

Repite en su mente las palabras anteriores, era un buen chico para él, era lo mas importante, mientras lo tuviera a él, el resto no debía importar , ¿cierto?

Simplemente se aferra a la tena que va pegada a su cintura, la sangre esta por su rostro, ropa y cuerpo, parece no importarle menos, solo siente los labios sobre los suyos perdiéndose en eso.

La misma cantidad de culpa se instalaba en el hace unos meses, era igual, solo que el placer la superaba, lo que conocía como amor la sobrepasaba, pasar de ayudar a enterrar un cuerpo a sujetar su cintura mientras mantenían un húmedo beso podía compensarlo.

Sentir el interior de un hombre que era el culpable de el asesinato de unos chicos lo compensaba en su retorcida cabeza, el interior era cálido, justo echo a su tamaño, creado para él según sus palabras, sujetando la cintura se disponía a embestir más fuerte, mucho más duro.

Cada que podía recorrer su cuerpo de manera sexual era un consuelo, cuando tocaban cada parte de ellos, cada orgasmo y espasmo que se daba en esas ocasiones.

Cada persona teniendo su diferente consuelo, diferentes maneras de amar.