Cap 3. Supuestos zombis

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Seguía corriendo; evitabamos esas cosas y cada vez me cansaba más. Nunca en mi vida había hecho tanto esfuerzo físico.

—¡Vamos! —me guiaba Suh-Yeok

La verdad tenía miedo, todos se estaban atacando entre sí, como  canibales sin piedad alguna. Eso me causaba pánico.

Iba tan concentrada en que nada se me acercara, que no me fijé que la mano de Suh-Yeok estaba entrelazada con la mía, y la verdad, no le prestaba importancia, porque es obvio. Estoy tratando de sobrevivir de lo que sea que sean estás cosas.

Llegamos al patio del instituto y nos escondimos detrás una banca. Mientras que yo trataba de regular mi respiración, Suh-Yeok buscaba una salida.

—Tendremos que subir por ahí —señalo una escalera que guía a la ventana del salón.

—¡Estas loco! No lograremos llegar —dije viendo el montón de cosas que estaban alrededor de la escalera

—No te preocupes —trato de tranquilizarme —Yo te cuido

Acto seguido comenzó a correr hacia la escalera, pateando y luchando contra esas cosas que, se suponían debían ser estudiantes.

Al verlo no tuve de otra que salir y ayudar. Salí de mi escondite y tome un trozo de de madera. Mientras Suh-Yeok pateaba a esas cosas yo las alejaba con el trozo de madera; así seguimos hasta que llegamos a nuestro objetivo.

Él subió primero, como todo un caballero, y a mi me dejó de último. Empecé a subir y justo en media escalera, una de esas cosas tomo mi pie tratando de morderme.

—¡Aléjate de mi cosa! —grite mientras lo pateaba, pero este no me soltaba

Entonces recordé el entrenamiento que había tenido junto a mi padre. Hice mi pie hacia arriba y con mucha fuerza la empujé hacia bajo, haciendo que la cosa me soltara.

—¡Chica nueva! ¡Apresurate! —oí a alguien gritar

Seguí trepando la escalera hasta que llegue a la ventana, donde Suh-Yeok y Dae-Su me ayudaron a entrar.

—¿Estas bien? —pregunto Suh-Yeok mientras me examinaba

—Lo estoy —respondo a secas apartando sus manos —Gracias por tu poca ayuda

Me aparte y me senté al lado de la puerta del salón, en donde Gyeong-Su la sostenía para que no fuese abierta.

—¿Segura que estás bien? —pregunto

—Si —conteste

Nam-Ra llegó a mi lado y me ofreció un poco de su jugo de durazno, lo acepte con gusto y me sonrió.

En pocos segundos todos estaban en busca de un teléfono celular para poder marcarle a los bomberos, pero lo que no sabían era que yo tenía uno guardado en el bolsillo interior de mi saco.

Aún así, no se los daría, para mí todos eran un tanto desconocidos. No podía confiar completamente en la mayoría.

—¡Encontré uno! —grito I-Sak

—¿Dónde lo encontraste? —pregunto Jun-Yeong

—En el escritorio de Yeong-Ju —explico Hyo-Run —Pero esta bloqueado —se quejó

Varios trataban de adivinar alguna contraseña para poder desbloquearlo, pero sus intentos eran fallidos.

Entonces varios de esas cosas se acercaron al marco de la puerta. Junto a ellos Yeong-Ju.

—Ahi está —dijo Cheaong-San —Damelo

I-sak le extendió el teléfono y él lo tomo, y con mucho cuidado lo acerco a la chica.

Trataba de no reírme pero la ignorancia de Cheaong-San me daba gracia y me era casi imposible reprimir la risa.

—Acercalo más —reprocho Na-Yeon

Entonces On-Jo se acercó y le arrebató el teléfono a Cheaong-San.

—No es necesario desbloquearlo para llamar —explico On-Jo y empezó a marcar a la policía

—¿Hola? Hablo del instituto Hyosan. Esta pasando algo muy malo. Todos los alumnos se convirtieron en zombis —hablo Cheaong-San por el teléfono

—Si dices zombies no te creerán —le corrijo y él asiente

—No son zombies, o bueno, no exactamente —corrigió tratando de remediar las cosas

Cheaong-San colgó y un grito aterrador hizo que esas cosas corrieron hacia un solo lado.

—¿A donde van? —sé pregunto Gyeong-Su abriendo la puerta solo un poco

—¿¡Qué haces idiota!? Cierra la puerta —reclama Jun-Yeong

—¿Qué te dijeron? ¿Si vendrán? —interroga On-Jo a Cheaong-San

—Dijeron que vendrían

—Pero si te creyeron —interviene Gyeong-Su —Que tal si piensan que es una broma y no vienen

—Vuelve a llamar —exige casi a gritos Na-Yeon

—Deja de gritar, pueden volver los zombis —hablo Ji-min

—Dame eso —On-Jo le arrebató el celular a Cheaong-San y empezó a marcar

Solamente me dedicaba a observarlos, porque para ser sinceros, ninguno me prestaba atención a menos de que hablara.

Y esa era otra razón por la cual no les prestaría mi celular.

Siempre era ignorada o hecha de menos ante ellos. Así que ¿para que intentar ayudar?

Me levanté del suelo y camine hacia mi asiento para poder dibujar un poco. Almenos eso me quedaba de todo esto. Sentí a alguien sentarse del otro lado, pero no presté atención.

—¡Hay un incendio! —grito On-Jo alterada, tanto que nos hizo reaccionar a todos —Sé extiende por todos lados, necesitamos ayuda —fue lo último que dijo para luego colgar

Eso fue mucha exageración, pero es necesaria. Digo, necesitamos que nos salven de esos supuestos zombies, además, nunca está de más exagerar.







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Es lunes, y si me dio tiempo de actualizar ¡Yei!. El capítulo no es tan largo, pero puse mi mayor esfuerzo en el.

Espero les guste, también espero sus votos y comentarios.

Les quiere... la chica sin vos ni emoción

PD. ¿A alguien le gusta dibujar? A mi no tanto, pero estudio para ser maestra de preescolar, asi que tengo que hacerlo a fuerza y ley.

La Chica Nueva (Suh-Yeok y tú) -Estamos Muertos-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora