soulmates ✧ wonki

O8

— Mamá, ¿desde cuándo se pueden ver los rostros las almas gemelas en sus sueños? — preguntó Ni-ki mientras tomaba su desayuno, se sentía un poco mejor luego de decirle a Jungwon lo que sentía. Un poco.

— Oh, así que por eso estabas así.

Genial, su mamá logró leerle la mente de nuevo. O al menos saber lo que pasaba.

— Y bueno, contestando a tu pregunta, cuando uno adivina, sospecha o sabe quién es su alma gemela, puede lograr ver el rostro contrario. Sin embargo, quien no tenga sospechas de quién es, no puede verlo. ¿Jungwon es tu alma gemela, verdad?¿Lo viste?

— Ajá, el también me vió, y no estaba muy feliz que digamos. — dijo Ni-ki cabizbajo.

— Tranquilo, eso es normal, a muchos les pasa.

— Es que no lo entiendes, mamá, el me odia, incluso antes de que lo supiera.

Su progenitora le dio una mirada compresiva y lo abrazó.

— ¿Qué haré ahora? Ni siquiera puedo verlo sin pensar en que posiblemente me odia con toda su vida.

— Habla con él, dile sobre tus sentimientos. Recuerda avisarle que solo es para que tenga conocimiento sobre estos. Y deja de pensar en negativo, Ni-ki, no es bueno, ya te lo he dicho.

Al parecer y después de todo tendría que seguir su propio consejo; hacerle una carta.

Problema: Ni-ki no es bueno expresándose.

Pero Sunghoon lo ayudaría aunque no quiera.

Sunghoon se encontraba en la casa del ahora pelinegro. Lo había llamado después de clases diciéndole que fuera a su casa urgentemente.

Él no creía que lo tan urgente que le mencionó el menor consistía en hacerle una carta a su alma gemela; Jungwon.

— Y yo que creía que te había pasado algo malo. — dijo Sunghoon mirando a Ni-ki incrédulamente para luego suspirar. A veces su amigo era un tanto exagerado para describir algunas situaciones.

— ¿Qué? Esto es urgente. Decirle todo a Jungwon es urgente. Aunque me rechace y llore por el resto de mi vida. — trató de formar una sonrisa con lo último, fallando en el intento.

El celular del menor sonó. Era un número desconocido, pero de todas maneras contestó. Podría ser una emergencia.

— ¿Diga?

— Hola Ni-ki, quería habl-

El pelinegro cortó rápidamente la llamada al identificar la voz de quién hace unos segundos estuvo hablando.

— ¿PORQUE LE CORTASTE LA LLAMADA? TAL VEZ ERA ALGO IMPORTANTE — dijo Sunghoon estresado ante la estupidez que su mejor amigo acababa de hacer. Esa era una gran oportunidad y la desaprovechó completamente.