soulmates ✧ wonki

O6

Ese día Ni-ki faltó a clases por primera vez. No quería ver a nadie, y le dolía como su mamá trataba de ayudarlo pero todo era en vano.

Él estaba recostado en su cama viendo el techo, tenía unas horribles ojeras, no había dormido, claro que no lo hizo, porque sabía que ver a Jungwon le iba hacer mal.

No tenía idea de cuando empezó su gusto por Jungwon, todo paso tan rápido....Ni siquiera tuvo el tiempo suficiente para pensar si de verdad le gustaba o solo le parecía lindo, pero ahora con solo ver su estado estaba más que clara la respuesta.

Al parecer aveces uno tiene que llegar a sufrir para recién darse cuenta de sus sentimientos, y eso es lo más triste en una historia. No hay momento para pasar por lo buenos momentos, de una pasas a la etapa dolorosa en la cuál odias todo lo que pasó y no darte cuenta de tus sentimientos antes.

Eso mismo le estaba pasando a Ni-ki.

Llamaron a la puerta, era su madre.

— Ni-ki, cariño, abre la puerta porfavor, puedes contarme lo que pasa. No has salido en todo el día, ni siquiera has almorzado. — habló su progenitora con preocupación, y suspiró antes de continuar. — ¿Quieres que llame a Hoon?

El pelinegro dudo en responder.

— Está bien...

Y su madre se fue. Al poco tiempo Sunghoon entró con el almuerzo que su mamá preparó, los escuchó hablando en la puerta de su habitación.

— Dios Ni-ki, te ves horrible. — dijo Sunghoon entrando a la habitación.

— Lo se, pero no es para que me veas como si fuera un monstruo o algo por el estilo.

— Será mejor que comas, ya son las 4 y todavía no has almorzado. — dejó la comida en mi escritorio. — Vamos Ni-ki, levántate y come.

— Ya pareces mi mamá.

— Lo soy ¿Recuerdas la ves que te adopte?

— Ajá, por que según tú me parezca a Gaeul no significa que me adoptaste.

— Bien, dejemos de hablar de eso y mejor dime del porque estás así. Ya pareces emo.

— Jungwon.

Sunghoon suspiró.

— Ni-ki, el día en el que no hables de jungwon te voy a dar un premio. Es que, literal, todos los días hablas de Jungwon y sin falta.

Ni-ki solo empezó a comer sin formular palabra alguna.

— Bueno, te escucho.

— Me gusta Jungwon.

— Omg, amigos! a la cuenta de 3 nos hacemos los sorprendidos. 1..3!

— Que mal habré hecho en mi vida pasada para tener un "amigo" así. — hizo comilla con sus dedos cuando dijo amigo — Te estoy hablando de algo serio y tu sales con eso.

— Ay ya, perdón pero, es que Ni-ki eso es muy obvio. Mejor dime algo que no sepa.

— ¿En serio se nota mucho?

— Demasiado diría yo. — el pelinegro bajo la cabeza, y continuo comiendo. — vamos, sigue contando.

— Ayer antes de que empiecen nuestras clases fuí donde Jungwon. Y él al verme como que se asustó, le preguntó algo al virus rosa y ese se lo llevó al baño corriendo, como no entendía nada, los seguí y me quedé afuera escuchando todo.

— ¿Tan chismoso Ni-ki? Yo no te crié así. — dijo Sunghoon con burla.

— No te vuelvo a contar nada. — dijo enojado, terminó su almuerzo y se volvió a acostar en su cama de espaldas al mayor.

— Yaya cuenta, no vuelvo a interrumpir, lo juro por mi amor a s- — y Sunghoon se dio cuenta de lo que estaba diciendo. — ¿Que?

— ¿Que?

— ¿Que?

— Te termino de contar esto y me dices cómo es eso de que te gusta alguien y no me dijistes, mal amigo.

— Está bien... ¿Qué escuchaste en el baño?

— Bueno, él estaba frustrado y... tal vez ahora mismo se esté arrepintiendo de todas las cosas que me ha dicho.

Ni-ki empezó a llorar silenciosamente, agradeció que se encontrara de espaldas y Sunghoon no lo pueda ver.

Pero luego recordó que eran amigos desde los 7 años y lo conocía muy bien al igual que su madre, así que no pasó mucho tiempo para que Sunghoon se diera cuenta de eso, y cuando esto pasó, lo abrazó.

— Ya Ni-ki, no te preocupes, tal vez solo le impactó la noticia, digo, ¿tu lo molestabas no? Seguro le asombró el hecho de que fueras diferente en los sueños que tenían. — dijo Sunghoon tratando de ayudar. Su amigo nunca lloraba por cosas en vano, de hecho la última vez que lloró fue hace 4 años.

— Él dijo que el problema era porque era yo...

— Ay, los adolescentes de ahora.

— Tu ni hables que estás peor.

— Callese.

— Y a qué hora piensas contarme de la persona que casi mencionas hace rato?

— Es Sunoo, o como tú le dices; virus rosa — a Ni-ki casi se le salen sus ojos al escuchar eso — de hecho, me gusta desde hace 3 años.

— Tres años? Y aún no le dices nada!? Sabes que, dejemos mis problemas de lado y resolvamos los tuyos que están peor que los míos.

— Exclamó el que acaba de llorar

— ¿Quieres que te ayude o no?

— Sisi nomás no te enojes

— Bien, en una hoja vas a escribir como lo conociste y lo que pensaste de él al verlo, en otra tienes que poner como empezaron tus sentimientos, luego lo que sientes cuando lo ves y por último tienes que escribir las canciones que te recuerdan a él.

— Pregunta: ¿Porque no le haces lo mismo a Jungwon?

— No creo que sea buena idea.... Él me odia. — de repente su buen ánimo se esfumó. Este bipolar.

— Bueno, de todas maneras gracias por la idea, y no te preocupes, estoy seguro de que no te odia, después de todo no es tu culpa de que ustedes sean almas gemelas.

— En parte tienes razón. Mejor me voy a dormir, no quiero verlo en la noche.

— ¿No sería mejor que hablaras con él? Para arreglar todo, ya sabes.

— ¿Seguro? ¿Y si no quiere hablarme?

— Al menos lo intentaste. Él que no arriesga no gana.