- Ya llevan bastante tiempo arriba los tortolitos. - Diego dice aguantando una sonrisa. - Solo espero que Paris sea buena.
- ¿Qué quieres decir? - Me enfrenté hacia él. - Paris es la persona más buena que puede haber en el mundo.
- No lo digo precisamente por ella. - Me mira con lastima, ¿Lastima hacia Edward? - Cada vez que a Edward le gusta una chica, siempre antes de formalizar la relación, él se encuentra con la sorpresa de que ellas se están besando con otros chicos y coqueteandoles, nunca ha podido formar una relacion formal, y ya me da lastima por él, porque se que lo que quiere es amar a alguien.
- Ella nunca haría eso. - Me sorprendieron las palabras de Diego y también sentí lástima por Ed ed. - Creeme que Paris quiere lo mismo que él y también espero que sea lo suficientemente bueno para ella.
Diego no me pudo contestar al ver que ya Paris y Ed ed estaban bajando.
- Tengo un poco de vodka, ¿Quieren? - Edward nos pregunta y todos asentimos menos Paris. - Pero necesitamos un poco de hielo antes, así que voy a comprar y vuelvo.
- Yo voy. - Luna se ofreció a lo que Ed ed aceptó.
- Te acompaño. - Lo dije sin pensar, pero no quería que fuera sola y cuando no me di cuenta ya estábamos fuera de la casa en camino por el hielo.
- Gracias por acompañarme. - Luna me sonrió. - No era necesario.
-Lo sé. - Me encogí de hombros. - Simplemente quería.
plot
Caminamos en silencio hasta la tienda, en la caja atendía una mujer con su hijo, él estaba a su lado jugando con el maquillaje de su madre, solté una risita baja por la ternura. Mientras yo admiraba esa escena Luna ya había sacado el hielo y me dejó pagarlo luego de una pequeña discusión sobre quién pagaba. Luna salio de la tienda pero yo rebusqué en mi bolso y saqué mi mini cosmetiquero que tenia solo lo esencial pero también lo suficiente para un maquillaje completo, se lo entregué al niño con una sonrisa, me lo agradeció saliendo tras el mesón y dándome un abrazo, su madre me miró agradecida y abrazó a su hijo mientras veían lo que había dentro, Luna me miraba desde la puerta con una sonrisa y el ceño fruncido.- ¿Por qué hiciste eso? - Ya íbamos de camino a la casa de Ed ed. - Lo del niño.
- No lo sé. - Es verdad, no se porque lo hice pero Luna aún quería una explicación y dije la razón por la que creo que lo hice. - Sentí que pronto la sonrisa del niño se esfumaría por ser "diferente", y me da miedo creer que el mundo no lo aceptara por ser el mismo, así que quise que sonriera y sea feliz antes de que su mundo se caiga.
- ¿Por qué crees que se le caerá el mundo encima por ser diferente? - Paró de caminar y me miró extrañada.
- Así es el mundo, cruel. - Sonaba mal pero es la verdad. - Las personas no soportan a la gente que piensa diferente a ellos, así que los discriminan y los hacen dudar de lo que son para encajar y no debería ser así, todo el mundo debería ser único y vivir sin miedo.
- Tienes razón. - Me tomó la mano. - Algún día vamos a cambiar el mundo.
Seguimos caminando en silencio de la mano, y me agrada eso.
- De hecho. - Luna paró de caminar a una cuadra antes de llegar a la casa de Edward. - Si era necesario que vinieras.
- ¿Por qué? - Esto me está empezando a asustar, aunque siempre estoy asustada con Luna, o creo que más bien nerviosa.
- Por esto. - Se acercó rápidamente a mi tomando mi cintura y juntando nuestros labios, dejé caer el hielo y creo que se rompió todo pero no me importa, lo que no encontré en los besos anteriores que he dado lo estoy encontrando aquí, junto con ella, un beso que no quiero que acabe, en la que estamos completamente conectadas, mientras ella toma mi cintura y me agarro de su cuello. Nos separamos un momento con nuestra respiración agitada, nuestras frentes juntas y queriendo más, no perdí el tiempo y la volví a besar con más fuerza sintiéndome segura y completa en sus brazos.
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Dawn In Paris
Teen FictionParis es una adolescente que ha pasado toda su vida preocupándose por se la mejor, siempre ha intentado encontrar la perfección en todos los sentidos, pero tendrá que aprender que la vida no lo es, acompañada de su mejor amiga y el encantador Edward...