18. Dawn

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El viernes es la obra y aún no he invitado a mi familia y no se si es una buena idea,  solo por el hecho de que no quiero ser cómo ellos iré a invitarlos de igual forma. Hace tanto tiempo que no volvía a mi casa, estuve viviendo con Luna dos meses y nunca en mi vida me había sentido tan en casa cómo ahí, había olvidado lo exageradamente grande que era la casa, la familia de Luna también tienen dinero y una casa grande pero ahora entiendo cuando Jake se rió de él ridículo tamaño de esta casa, todo tan limpio, porque está prohibido usar esos espacios, solo se logra divisar a los empleados que me saludan con un gesto con la cabeza. Hay mucho espacio que no se ocupa, uno, porque solo vivimos tres personas en casa, los empleados no tienen permitido vivir aquí, llegan muy temprano y se van muy tarde, dos, para mantener la limpieza y el orden no estaba permitido estar en la mayoría de la casa si no es un evento especial. Es sábado y fui en el horario de almuerzo, así me aseguro de que estén ambos en casa, me acerque lentamente al comedor y en vez de escuchar silencio ,cómo siempre cada vez que se comía en está casa, escuche voces, entre y estaba mi madre, mi padre y mi hermano, se callaron y me miraron, muy en el fondo esperaba que se alegraran de verme y me pidieran volver a casa con un abrazo pidiendome perdon por el golpe y por fin aceptarme, pero obvio esa escena solo vivira en mi imaginación.

- ¿Qué haces aquí? - mi progenitor preguntó bruscamente.

- ¿Qué hace él aquí? - pregunté de vuelta haciendo un gesto con la cabeza hacia mi hermano.

- Está es su casa, y se ha ganado su lugar en la familia - se levantó lentamente, mire la cara de mi madre y su expresión no mostraba nada, mi hermano agacho la cabeza y vi la comisura de su labio queriendo levantarse - En cambio tú, no te mereces nada de nosotros.

- ¿Se ha ganado un lugar en la familia? - reí sarcásticamente - ¿Qué clase de familia hace eso?, Yo... yo no perdí el derecho a nada, son ustedes quienes rechazan una familia de verdad, una familia que se quiere, que se entiende, y que se respeta, no perdi ningun lugar porque nunca lo tuve, y tampoco me interesa tenerlo si es en una familia cómo está - no me di cuenta que mientras hablaba había avanzado hasta quedar cara a cara con mi padre.

- Igual volviste - una sonrisa que me hizo querer encogerme apareció en su cara - ¿Te diste cuenta que no podías vivir sin tus padres? - sonreí igual que él, odiaba parecerme a él en cuanto gestos.

- Yo creí que todo estaría mejor y que dos putos meses fuera de esta casa los haría entender lo que es perder a su hija, pero ustedes nunca van a cambiar - mire a mi madre, su cara seguía en nada - Soy la protagonista en la obra de la escuela, quería que fueran - agarre las dos entradas que tenía en mi bolsillo y las tire a la mesa - ustedes tomaran la decisión si van o no, si quieren arreglar las cosas conmigo o no.

- La decisión ya está tomada - fue mi hermano quien habló y tomó las dos entradas - Mira hermanita, estoy aquí hoy por lo mismo que tú, daré una conferencia muy importante en la universidad, vine a invitar a mis queridos padres - bufe al escuchar eso - ¿Dónde crees que prefieren ir? claramente no a una estúpida obra - partió las entradas en dos.

Rodeé rápidamente la mesa y lo tomé del cuello de la camisa, siempre supe que a él no le importaba nada de mi vida, pero no creí que me haría una cosa así.

- No tienes ningún derecho de romper mis entradas - lo solté con tanta fuerza que lo bote de la silla, mi madre corrió hacia él.

- Cada vez nos decepcionas más - mi padre me miró con desprecio - Disfruta el tiempo que te queda en esa escuela, porque no planeo gastar más dinero en ti, el próximo año te las arreglas sola - se sentó de nuevo sin mirarme - vete

Fui directo a la misma disco que fui con Jake el día que nos conocimos, pero en el día solo funcionaba cómo bar, y es justo lo que necesito, mostré mi carnet falso y me dejaron entrar, ahora en vez de 17 tengo 22. Me senté en la parte más alejada de la barra donde atendía un chico, creo que el más joven del lugar.

Dawn In ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora