Capítulo 10 - La Cita (Parte 2)

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Mi Senpai le dio un último sorbo a su trago, se incorporó y se acercó a mí para darme un suave beso en la mejilla, rozando ligeramente la comisura de mis labios. Inhalé profundamente al sentir su cercanía, casi como si nuestros labios estuvieran a punto de unirse.

Luego, caminó de manera provocativa y sugerente hacia el escenario, regalándome una excitante vista de sus caderas y de sus largas y sensuales piernas al alejarse. Ella tomó el micrófono que había allí, que se encontraba libre en ese momento, no sin antes ponerse su barbijo que llevaba guardado en su cartera para que no pudieran reconocerla.

- ¡Buenas noches gente del mejor bar de todo Tokio! - saludó a los gritos, intentando cambiar el timbre de su voz.

- ¡HOLAAAAAAAA! - respondió la multitud con entusiasmo.

- Espero sepan disculparme, pero voy a cantar con el barbijo puesto debido a que aún me estoy recuperando de un fuerte resfriado

"¡No hay problema!" "¡No preocupes mujer!" "¡Adelante!", fueron algunos de los gritos de la audiencia.

- Muy bien, voy a interpretar una canción de esta maravillosa banda que tanto amo. Espero que la disfruten...

Mi Senpai comenzó a cantar nada más y nada menos que Kagerou, la canción de nuestra banda que tiene la coreo más sensual de todas y que tantas veces hemos practicado juntas después de hora cuando solo quedamos ella y yo en la sala de ensayos.

Bueno, practicar es un decir.

Al menos de mi parte, y estoy segura que de parte de ella también, "practicamos" esa coreo en particular porque nos encantaba, vamos, nos excitaba ver nuestros cuerpos moverse de manera tan sensual.

Incluso con su timbre de voz alterado, mi Senpai brilló en el escenario. Y ni hablar de sus movimientos.

¡Dios! ¡Eres tan sexy, Senpai!

Al ver tanta sensualidad, muchos de los presentes le gritaron cosas tales como:

"¡Te amo!" "¡Quiero tu número de celular!" "¡Cásate conmigo!" "¡Eres un infierno mujer!" "¡Me enloqueces!" "¡Que sexy eres!" "¡Dejo a mi esposo por ti!" "¡Y yo a mi esposa!"

Mi Senpai decidió continuar con nuestro juego y al acabar su magnífica actuación señaló en mi dirección desde el escenario y dijo al micrófono:

- Disculpen chicos, pero ya tengo pareja. ¡Saluda al público, MI AMOR!

Yo saludé tímidamente, completamente avergonzada. El público volvió a gritar, pero en esta ocasión, los gritos estaban dirigidos a mí:

"¡Que envidia!" "Eres muy afortunada!" "¡No soy celoso, me caso igual!" "¡Tú también eres una belleza!" "¡Son el par más bello que vi en mi vida!" y cosas así, algunas muy ingeniosas y graciosas.



Mi Senpai retornó a mi lado tras recibir una ovación por su actuación.

Ella se sentó y me regaló una vez más su mirada de fuego a la par que colocaba su mano sobre mi muslo para susurrarme:

- MI AMOR, cumplí con mi parte. Tú... ¿cumplirás con la tuya?

Ella solo sonrió juguetonamente y pidió otra bebida. Yo no pude articular palabra. La excitación me lo impedía.

Nota mental: debo no volver a provocarla. Es un juego el cual, no puedo ganar.

Tomamos algunos tragos más, y como ya era bastante tarde, decidimos ir a caminar por las calles de la capital del país para tomar algo de aire antes de dar por terminada esta salida a solas de amigas que definitivamente no es una cita pero también lo es.

La Chica de la Sonrisa LuminosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora