¿Quién era yo? [TOH]

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La cabeza la está matando, y se siente como si tuviera escalofríos (una sensación incómoda y tensa en la parte baja de su espalda).

Sus manos están heladas, así que Boscha optó por usar los guantes de lana que mamá le tejió el invierno pasado. Aún tienen ese dedo extra que mamá agregó por error, pero está bien, ella puede arreglar eso.

Recorta el dedo tejido que se queda vacío, y la punta de sus dedos porque de otra forma será difícil manejar el material de clase. Zurce todas las roturas, porque ella no quiere que el regalo de mamá se deshilache por completo.

Una camisa térmica bajo el uniforme, y su piel deja de sentirse helada. Ahora se siente un poco más como ella misma.

Baja las escaleras para encontrarse con una mesa vacía aparte de una torre de panqueques en una bandeja cubierta por un domo de vidrio, no la molesta, esto es más normal que el desayuno con mamá y papá que rara vez puede tener, pero que siempre ama.

Y aunque una parte de su cerebro le dice que no está hambrienta, la otra le dice que papá prometió que sus huesos rotos estaban sanando rápidamente, y que si dormía lo suficiente y se comía todo el desayuno esto seguiría así.

Ella sabía que el era un mentiroso que se aprovechó de su condición, el buen efecto de sus conocimientos como sanador y las pociones de mamá para cambiar sus malos hábitos de sueño y alimenticios, pero ella lo amaba, así que decidió obedecer.

Solo puede comer medio panqueque antes de empezar a sentir náuseas, pero termina uno y guarda el resto para después de la escuela.

Mira su reflejo antes de salir por la puerta, los moretones en sus ojos ya no son aquella furiosa mancha negra, pero siguen siendo un morado calmado, como si solo fueran unas ojeras realmente malas y extensas a causa de su insomnio.

¿Tal vez lo son? Su nariz duele, y hace que su cabeza duela, así que no está tan segura.

Su pergamino salta del aire a sus manos, Skara ya está esperando afuera, Boscha había olvidado que le pidió que viniera.

Skara la recibe con un gran abrazo cuando Boscha sale, porque así es ella y eso es lo que ella hace.

Boscha se estremece un poco, porque le duele existir y Skara la está estrujando, pero lo mantiene todo junto como una campeona y le da una sonrisa a su mejor amiga.

Skara entrelaza sus brazos, y Boscha se alegra de que ella empiece a guiar el camino a la escuela.