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Skara se despidió con la mano alzada mientras corría hasta el chico de gorro y cabellos enmarañados que la esperaba en la puerta

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Skara se despidió con la mano alzada mientras corría hasta el chico de gorro y cabellos enmarañados que la esperaba en la puerta.

Boscha dejó salir el aire que estaba sosteniendo en sus pulmones, repentinamente cansada. No tenía demasiadas ganas de salir en una tarde como esta, y como todos comenzaban a irse a casa, supuso que ella también debería comenzar a marcharse.

Caminó hasta llegar al final del camino de piedra, ajustó las correas de su mochila cuando se detuvo de golpe, solo para darse cuenta: No podía recordar donde vivía.

Entrecerró los ojos. Había recorrido el camino de su casa a la escuela desde que comenzó el primer año, tantas veces que el mapa en su mente no podía haberse perdido. Oh, pero así era.

El enfado la llenó en un instante, aplastó furiosamente los dedos de su mano, odiandose un poco por no poder recordar algo tan simple como lo era eso. Sintiendose de repente tan tonta.

El enfado tuvo un reinado y caída rápida, pues tan pronto como llegó fue reemplazado por la ansiedad. Retorció sus dedos, no sabiendo que hacer pero tampoco pudiendo quedarse quieta. Su corazón se aceleró tan pronto como notó que todas las brujas que la rodearon hace un momento ya no estaban, y sin ellas, la escuela se vaciaba.

No quería quedarse sola. No quería esperar a que alguien en su casa se diera cuenta de que algo faltaba y fueran en su búsqueda. Tampoco quería quedarse allí.

Tomo aire, indispuesta a pedir ayuda decidió llenarse de valor y comenzar a adivinar. Tal vez si comenzaba a caminar encontraría con el tiempo algo que le recuerde el camino.

Se aferró a las correas de su mochila, una vez mas antes de dar un paso. Antes de detenerse.

¿A dónde era que iba?

¡Ah, si! ¡Su casa! ¿Su casa estaba en el bosque? Debía estarlo, de otra forma, ¿Por qué adentrarse ahí había sido su primera opción?

Con una disposición completamente renovada decidió que entre más rápido comenzara más rápido podría terminar con esto. Una vez más, se aferró a las correas de su mochila para después comenzar a correr (tan rápido como podía permitirse) y adentrarse al bosque.

Un minuto, dos, cinco, diez... Correr se vuelve difícil, después de todo ya había salido agotada de la escuela tras un largo entrenamiento.

Sus piernas arden con cada paso, pero está demasiado comprometida con el plan como para detenerse.

Los arboles se ven iguales, entre más se adentre más fácil podría ser perderse. Y así fue.

Demasiado tarde para dar la vuelta, ¿Tal vez si seguía caminando en línea recta, pronto saldría de ahí? ¿En qué dirección era que estaba corriendo?

Oh... ¿Ya lo olvidó?

— Mierda... —Maldijo en voz baja, aquella palabra tan prohibida que seguramente la habría hecho ganar una bofetada. Pero no había nadie alrededor.

Un momento, eso era peor.

¿Cómo se supone que encontraría el camino a casa? ¿Por qué decidió adentrarse al bosque? ¿Por qué olvidó algo tan simple en primer lugar?

Trató (y enserio trató) de recordar cuando había comenzado a olvidar. Recordar un olvido. Debió haberlo olvidado.
Sostuvo con fuerza los costados de su cabeza y apretó los dientes cuando comenzó a dejar fuertes golpes.

— ¡Recuerda, recuerda! —Se gritó a sí misma.

Ansiedad, furia. Su vómito amargo le picó la garganta provocándole náuseas mientras lagrimas saladas se deslizaban por su cara. Y cuando las lagrimas le impidieron ver el sol ocultándose, se dio por muerta.

Se dejó caer al suelo mientras sostenía su cabeza con fuerza. Pequeños sollozos escapaban de ella junto a sus lágrimas de humillación.

Acurrucada junto al tronco áspero de un árbol, Boscha dejó salir el aire de sus pulmones, completamente cansada. Mas emocional que físicamente.

Le dolía la cabeza, no debió haberse golpeado y causarse un problema más. Pero hoy no estaba llena de ideas buenas.

Demasiado metida en tratar de recordar para escuchar el crujir de las hojas que delataba pasos.

— ¿Hay alguien ahí? —Una voz femenina llamó.

— ¿Hay alguien ahí? —Una voz femenina llamó

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¿Quién era yo? [TOH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora