—Eh, lo siento por lo de Bastian —murmuró Ethan, intentando ser lo más amable con el chico. No quería que siguiera molesto por aquella pelea tonta en la cafetería minutos antes.
Jerome se volteó para verlo y le sonrió dulcemente.
—¿Por qué te disculpas tú en lugar de ese salvaje, inmaduro y torpe Conde? —preguntó el pequeño de ojos celestes. No quitó su sonrisa del rostro y eso le agradó a Lenin, al menos sentía que no estaba siendo apartado por el chico.
—Bueno, es que ese torpe Conde no se disculparía. Su orgullo se lo impide —contestó el príncipe, sentándose a un lado del chico. Sintió que el agua de la fuente le salpicaba, pero no le importaba. Si podía permitirse ver el rostro apacible del Duque, realmente no le importaba. Los ojos celestes se vieron como dos hermosos cristales, lo que lo hizo sonreír.
—Es cierto, qué imbécil. Igual, no importa. Es muy bien sabido que un Le Brun y un Briand jamás se llevan bien —agregó y se volteó para mirar de frente a Lenin. Ese actuar, puso nervioso al rubio, quien no supo muy bien a donde mirar. Sabía que aquel par de orbes cristalinos podían descifrar todo acerca de él—. ¿En serio crees que soy lindo? —murmuró.
Ethan se sorprendió por la pregunta y sintió que su rostro ardía, pero trató de calmarse para responderle. Obviamente, lo que dijo no era una mentira.
—Sí, eres lindo —respondió con torpeza. Jerome sonrió nuevamente y luego soltó un enorme suspiro mientras estiraba sus piernas y miraba al cielo.
—Qué gran día —exclamó el pequeño Duque y Lenin lo observó con detenimiento—. El príncipe imperial dijo que soy lindo —agregó mientras sus mejillas adquirían un leve sonrojo.
—¿Eso para ti es algo para alegrar un día? —preguntó Lenin y sintió sus mejillas coloradas, aunque no podía verlas.
—Claro. ¿Sabes? Para ser el príncipe imperial, pasas muy desapercibido dentro de nuestra institución —comentó el Duque, mirando fijamente a Ethan, como buscando la respuesta.
—Bueno, es que yo no puedo sobresalir demás —explicó el ruso, rascando su mejilla—. Soy el miembro más débil de la familia Imperial, pero soy el único dentro de la línea de sucesión. Por lo tanto, t-tengo que esforzarme en estudiar las disciplinas necesarias para el trono. Como futuro heredero y el más débil, solo puedo concentrarme en las tareas asignadas por mi madre y abuela —comentó para luego mirar el rostro sorprendido de Jerome—. A-aunque no es tan malo como parece, solo están preparándome adecuadamente para el trono.
—Eso dices, pero me parece injusto. Yo no creo que seas débil, al contrario, pienso que eres fuerte y determinado. Serás un gran Rey. —Sonrió Jerome. Las palabras dichas fueron exactas, pero, lamentablemente, Lenin no las consideraba. Supuso que era un chiste y se carcajeó.
—Bueno, si eso fuese verdad, probablemente no tendría tantas discusiones con mi madre —farfulló mientras reía. Jerome puso una mirada triste.
—Es una pena... —susurró el Duque para luego dejar que el silencio se hiciera presente. Aunque ninguno hablaba, ambos se sentían cómodos con la presencia del otro.
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✓ 𝑯𝒆𝒓𝒆𝒅𝒆𝒓𝒐𝒔 (𝒔𝒑𝒊𝒏-𝒐𝒇𝒇 𝑵𝑫𝑺𝑿𝑿𝑰)
Teen FictionDurante sus años de secundaria, Ethan Vasiliev, tuvo la oportunidad de enamorarse y experimentar diversas emociones bajo su estricta crianza, comandada por su madre, reina del Imperio Ruso y su abuela. Ambas mujeres de gran carácter que se interpusi...