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Charles

Dos días después.

—No lo se Charles, pero debemos viajar lo más pronto posible, de hecho ya deberías estar allá.

—Si lo se, se que ya debo de estar alla, pero voy a arreglar mi asunto y tomó el vuelo para allá lo prometo.-—Termine la llamada y guarde el teléfono en mi bolsillo, mientras bajaba las escaleras de la casa.

—Buenos días Charles, ¿saldrás de nuevo con Audrey?¿No deberías de estar en Azerbaiyán?

—Buenos días mamá, si debería de estar allá, pero ahorita Audrey esta pasando por un momento complicado y solo estaré con ella hoy, ella al parecer se va a Los Angeles hoy, pero de todos modos yo regreso.

—Esta bien hijo, con cuidado.—Me despedí de mi mamá para salir de la casa.-Oye hijo.

—¿Si mamá?

—Sabes que cualquier cosa, me puedes decir.

—Si lo se mamá, te amo.

Conduje hasta la casa de Audrey, en cuanto llegue estacione mi auto al frente y entre con la llave que ella me había dado, iba a subir las escaleras pero escuche ruido en la cocina.

—Hola linda, ¿como estas?—la salude besando su mejilla.

—Hola Charles, hoy amanecí mejor, con menos náuseas ya vamos pasando lo peor eso espero, ¿y tu Charles?

—Muy bien, me alegro que los malestares vayan siendo menos.

—Charles Leclerc.—Dijo en tono serio lo cual me hizo sonreír.

—Dime linda.

—No me digas así, porque no te puedo hablar serio.

—Bien, me pongo serio

—Entonces, Charles Leclerc, ¿por qué razón no me habías dicho que en este momento deberías de estar en Azerbaiyán para tu próxima carrera?

—¿Quién te lo dijo? Además yo solo me estoy tomando un día más de descanso.

—Llamare a Binotto para que me lo diga el mismo.—Tomo el teléfono que estaba en la mesa.

—No Linda, no lo hagas. -Me miró con una ceja alzada esperando a mi respuesta, así que me acerque a ella para tomar el teléfono pero ella lo alzó pensando que no lo alcanzaría, me reí mientras lo levantaba más mientras se ponia de puntitas.—¿Si sabes que eso no me detendrá, verdad? Soy más alto que tu.

—Si, pero yo conozco mejor la casa que tu.—Dijo para correr no tan rápido alrededor de la mesa.

—No Audrey, no puedes.

—Si puedo, además ¿Qué pasó con el linda?

—Si dejas de correr lo haré, es por tu bien.—
Se detuvo en el otro extremo de la mesa.-Linda, ahora dime, ¿Quién te dijo sobre Azerbaiyán?

Paso sus manos detrás de ella y me sonrió nerviosa.—Me dijo Lando y George, ellos solo querían saber si estaba bien con lo de Sebastian y luego nuestras fotos.-Rodé los ojos cuando escuche los nombres mientras me cruzaba de brazos. —Ellos lo hacen por que también se preocupan por ti, son tus amigos.

—Lo sé Linda, pero lo que quiero, es que tu no te preocupes.

—Te preocupas demasiado por mi, pero estaré bien, lo prometo, ademas mientras tu estés conmigo siempre estaré bien.

Siempre estaré para ti, Rey. —Le conteste mirandola con una sonrisa, ella me devolvio la sonrisa, me acerque a ella para tomar su mano y besarla.-Eso tenlo por seguro.

Afterglow, Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora