𝐌𝐫 𝐒𝐞𝐝𝐮𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 | 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞

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-¡Beso!- pude escuchar como las personas que estaban dentro de la zona vip gritaban, alientando que Keisuke besara a aquella mujer.

-¡Joven Keisuke, tenemos que hablar!- hable lo suficiente fuerte para que Keisuke me escuche, a pesar de la bulla que había en el lugar.

A penas Keisuke oyó mi voz se separó sin dudarlo de aquella mujer, y empezó a buscarme con la mirada en medio de toda la multitud.

Hasta que sus ojos me lograron encontrar, pude ver una cara de molestia en su rostro.

Sin dudarlo dejó todo atrás y se acercó a mí.

Me tomó de la mano y me saco de aquel lugar.

Las quejas de desaprobación de las demás personas al ver que Keisuke se iba no se hicieron esperar.

-¿Keisuke a dónde vas?- le detuvo un chico, llevaba el mismo atuendo que Keisuke, ósea que estaba casi desnudo, solo llevaba unos bóxer.

-Tengo que encargarme de algo, ¿puedes ir animar allá arriba?- pregunto, su voz sonaba tan sería.

-Si, yo voy, no te preocupes- el chico rubio y con ojos verdes rápidamente había aceptando aquel favor.

-Gracias, Chifuyu- dijo Baji y sin esperar nada más Keisuke me llevo con él.

Llegamos a un pasillo con varias puertas, Baji abrió una de las puertas y me metio a un cuarto junto a él.

Era una habitación pequeña, pero muy bien acomodada, ni siquiera tenía que preguntar porque había una cama aquí, era obvio a que venían las personas a este lugar.

-¿Que haces aquí?- su mirada era sería, pero se veía preocupado -A está hora es peligroso que salgas y más sola-

-Eso no importa ¿Por qué no estás yendo a clases?-

-¿Acaso viniste a buscarme por qué estabas preocupada por mi? - ante mi silencio, Keisuke soltó una pequeña sonrisa -Eres adorable, no fuí a clases porque estaba trabajando- dijo.

-¿Trabajando? ¿Trabajas besando a mujeres?- sin poder entenderlo me sentía molesta, esa escena que había visto antes rondaba por mi mente, sin dejarme pensar con claridad.

-¿Celosa?- dijo Keisuke con una sonrisa -Mi trabajo sólo se trata provocar a las clientas para que suelten dinero, no me pasó el límite-

¿Acaso estaba celosa? No tenía derecho a estarlo, así como Keisuke no tenía derecho a explicarme nada, porque no somos nada, pero aún así lo hacía.

-Conmigo te pasaste ese límite el día de mi despedida de soltera ¿Me equivoco?- dije retandolo.

-Eres un caso especial, para mi no eres una cliente, ni mi profesora y tampoco mi cuñada, eres especial para mi y tu lo sabes- pude ver como suspiro con cansancio y se sentó en la cama -Sinceramente no fui a clases porque no quería verte, intenté de todo por evitarte, pero aún así aparecías en mis sueños y en mi mente solo estabas tu- la mirada de Keisuke estaba en el piso, no tenía el valor de verme a los ojos.

¿Por qué aún sigues aferrado a mi? ¿Realmente estás enamorado de mi? ¿Por qué te gusto? ¿Porque a pesar de todo el dolor qué te cause sigues aquí a mi lado?

Tantas preguntas que a mí mente venían, pero no tenía el valor de preguntarle.

Saque mi celular del bolsillo de mi chaqueta y mire la hora, dos y media de la madruga, tenía que irme antes de Gen se levantará.

-Keisuke, yo ya condene mi vida a lado de Gen, y en el no estás incluído tu- por alguna razón mis ojos empezaron arder, las lágrimas hicieron aparición en las comisuras de mis ojos, de tan solo recordar que estoy condena a pasar mi vida con alguién que no me amaba me llenaba de impotencia -Quiero que tengas una vida llena de felicidad y no caigas al vacío junto conmigo, eres joven, aún te queda tanto por experimentar, mañana ven a clases por favor, me retiró- dije tomando la manija de la puerta, pero la voz de Keisuke me detuvo.