06

20.9K 2.1K 784
                                    

Y aunque Keisuke era un maldito seductor y desvergonzado, durante las clases realmente se esforzaba incluso había ocasiones en dónde estaba demasiado concentrado que su cara demostraba seriedad absoluta mientras respondía los exámenes de entrada.

-Término la hora, entreguen sus exámenes- dije sentada desde mi escritorio.

Todos mis alumnos se pararon dejando sus exámenes encima de mi escritorio, cuándo fue el turno de Baji este antes de irse me guiño el ojo en medio salón, realmente el quería que nos descubrieran.

-Que sea la última vez que haces eso frente al salón- dije agarrando con mis puños su camisa mientras acorralaba su cuerpo entre la pared.

Hace quince minutos las clases habían acabado, antes que Baji salga gentilmente le pedí que se quedará con la excusa que "había cometido un error en su exámen", claramente todo era mentira, tenía que ponerle un alto a ese chico antes que las cosas se salgan de control.

-Entonces te gustaría que haga eso cuando estemos solos- dijo Keisuke  acercando su cara cerca de mi oreja -Te puedo hacer muchas cosas más- dijo mientras sonreí.

-Sabes que puedo suspenderte por varios días ¿verdad?- dije sería.

El dejó de reírse y me miro enseguida.

-Estas bromeando ¿no?-

-Claro que no, si quieres comprobarlo, adelante- dije separandome de Baji.

-Ni siquieras llegas a los treinta y eres muy aburrida, debes vivir tu día a día como si fuera el último- dijo Keisuke agarrando sus cosas mientras se dirigía a la salida- hoy te recogere, así que ve preparando una mentira para mi hermano, por que no llegaras a dormir-

-En tus sueños, no tengo tiempo para tus juegos-

-Bueno ya veremos, hasta más tarde profesora, cuñada o debería decir amante-

Apenas escuché eso le diré un libro en su dirección, pero antes que el libro llegará hacía él, Baji rápidamente cerro la puerta del salón evitando así que el libro lo golpee.

Escuche su risa detrás de la puerta.

Después de unos minutos el salón quedó completamente en silencio, decidí yo también salir de ahí, podía irme a casa ya que mi hora laboral hacia acabado.

Esta vez no había traído el coche, así que me tocó caminar hasta casa.

Durante todo el camino no pude sacar las palabras de Baji de mi cabeza, todos estos años estuve siempre complaciendo a mis padres, me casé con Gen con un matrimonio arreglado y aún que amo a Gen, aún no estaba preparada para el matrimonio.

Todos los días son iguales, pero esto es lo que se supone que hacen los adultos ¿verdad? Trabajar hasta morir, hacer lo correcto siempre.

Aún recuerdo cuándo era una chica libre, no me importa la opinión de mis padres incluso salía a escondidas de casa, Gen y yo nos escapabamos de casa para ir a lugares alejados a ver las estrellas.

Recordar como fue mi adolescencia me traía nostalgia, por que se que nada volverá hacer igual que antes.

-Bienvenida señora- saludo una de mis mucamas.

¿Hace cuánto había llegado a casa? Ni siquiera me había dado cuenta el momento en que llegué.

-Gracias- dije -¿Esta el señor?- pregunte refiriéndome a Gen.

-Si, justo estoy llevandole el té que pidió- dijo la muchacha.

-No te preocupes yo se lo llevó- dije, ella me entregó la taza de té, a cambio le di mi cartera y mi abrigo para que lo llevará a mi recámara.

𝐌𝐫 𝐒𝐞𝐝𝐮𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 | 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora