Mi primer amor

Capitulo 14

La semana ya había empezado, así que tuve que ir a la escuela, tenía que enfrentar a todos.

Mientras recorría los pasillos podía escuchar como se reían, las personas se burlaban como si fuera divertido ver sufrir a una persona.

Una chica se acerca riendo y me dice

- Creíste que el se fijaria en ti.

No pude aguantar mis lágrimas.

- Hay esta llorando.

En ese momento hubiera deseado desaparecer y no volver jamás, era un sentimiento de odio y tristeza.

- Déjenla en paz - se escucho una voz.

Me doy la media vuelta y veo que Jacob estaba furioso.

- Para su información me enamore de Laura, es mejor persona que todos ustedes y si vuelvo a escuchar rumores de ella les juro que se van arrepentir.

El me toma de la mano y me lleva fuera de la escuela, en verdad estaba furioso.

- Porque nos vamos? No quiero perder clases.

- Hable con la directora, no te preocupes.

El se monta en su motocicleta esperando que yo también me monte.

- No iré contigo a ninguna parte.

- No seas necia y sube.

Asiendo y me a su motocicleta, no sabía a dónde me llevaba, el no digo nada en todo el camino.

Tiempo después llegamos a una casa muy bonita, además estaba muy grande.

- ¿A dónde me has traído?

-  De hecho tu aceptaste.

- ¿Me has secuestrado?

- Laura deja de hacer tantas preguntas y entra a mi casa.

Al entrar a su casa me quedé asombra de lo espaciosa y elegante, en mi vida había visto una de estas casas.

- ¿Te gusta?

- Si, es linda.

- Supongo que si, quieres algo de beber?

- No, así estoy bien

- Pedire que nos preparen algo para comer.

- Si está bien.

Seguia asombrada por la elegancia de su casa, tiempo después el llega con una sonrisa.

- ¿Quieres ir a mi habitación?

- Estás demente?

- No te haré nada solo quiero enseñarte unas cosas.

- Confiaré en ti.

Ambos subimos las escaleras, al llegar a su habitación el me enseñó sus instrumentos musicales.

- ¿Sabes tocar el bajo?

- Si, también el piano y el violín.

- Wow, eso es impresionante.

- Lo es..

Pasamos  toda la mañana riendo y platicando sobre nosotros, por un momento olvide todo lo que había ocurrido.