Capitulo 26

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Después de comer con sus padre Jacob hablo con mi madre, al principio yo no quería hablar con ella pero tampoco podia negarme, ella es mi madre, mi mejor amiga y la admiro.

Al entrar a casa noto la mirada de felicidad de mi madre al verme, Jacob sale de la casa dejándonos solas.

- Laura, mi niña - dice mi madre contenta al verme.

- Hola - le respondo seriamente.

- Hija desde que te alejaste de mi sentí un vacío, te extrañe.

- El sigue aquí? - pregunté seria.

- Si, no puedo negarle nada porque el también es mi hijo.

- Un hijo al cual siempre ocultaste y remplazaste por otro.

- Jamás vuelvas a decir que lo remplaze - alzó la voz mi madre.

- Me engañaste toda mi vida, y ahora que mi verdadero hermano no está, porque Santiago siempre va ser mi hermano.

- Si y también mi hijo porque tú padre y yo así lo decidimos.

- Si claro

- Santiago era un niño muy inteligente, aunque su condición no permitia demostrarlo mucho, nosotros sabíamos que el era un chico muy inteligente y noble como nosotros.

- Si, el es el chico más lindo que he conocido

- Laura, dejemos todo eso atrás y vuelve a tu casa.

Observas que Octavio salir de la recamara.

- Está bien pero prométeme que ya no me vas a ocultar nada.

- Te lo prometo.

Mi madre me da un abrazo por minutos, en verdad sentía un alivió al tener aclarada mi mente y mis pensamientos.

Mi primer amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora