Capítulo 7 - El Cine (+18)

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Caminábamos tomadas de la mano por las iluminadas calles de Tokio, dejando atrás el hermoso momento que habíamos compartido junto a Shiro. El aire fresco de la noche acariciaba nuestras mejillas mientras yo sentía la necesidad de detenerme y hablarle.

Frené en seco, jalándola suavemente hacia mí.

—Moa —dije, mirándola a los ojos con una sonrisa—. Quiero agradecerte por este maravilloso día que aún estamos viviendo juntas. Gracias por presentarme a Shiro. Ahora siento que conozco una parte más de ti, una parte importante de tu pasado. Eso me hace sentir más cerca de ti, más conectada contigo. Espero que podamos repetir algo así pronto... y con más frecuencia.

Moa me observó con esos ojos profundos y brillantes que siempre tienen el poder de desarmarme. Por un instante, su mirada pareció teñirse de melancolía, pero pronto esa Sonrisa con Hoyuelos que tanto adoro apareció, llenando de luz su rostro.

—Sí, está siendo un día realmente maravilloso —respondió con dulzura, apretando mi mano con fuerza—. Yo también quiero más salidas como esta. Sé que los fines de semana no los pasamos juntas porque... bueno, yo tengo que hacer cosas importantes. Pero... —hizo una pausa, como si se tomara un segundo para decidir cómo decir lo que seguía— prometo que intentaré resolver ese tema. Primero tengo que tener una charla con alguien que también es muy importante para mí. Después de eso, seguramente todo será mejor.

Entendí de inmediato de qué hablaba y con quién tendría esa charla. La situación entre Moa, La Reina y yo era un laberinto complicado, lleno de emociones encontradas, donde cada paso parecía arriesgado. Aunque intentaba mantenerme tranquila, no podía ignorar la duda en su voz al decir "todo será mejor".

Tal vez temía perderme. O tal vez temía perder a La Reina.

Quise decirle algo para aliviar esa carga que parecía pesar sobre sus hombros, pero sabía que cualquier palabra podría empeorar las cosas. Por ahora, preferí esperar, confiar en ella y en lo que decidiera.

Francamente, me siento mal por haberla presionado a tomar una decisión al decirle que desearía poder tener más salidas de novias como la de hoy. Eso no estuvo bien de mi parte. El problema es que la amo tanto, tanto, tanto, y hoy vivimos un día tan hermoso juntas, que no pude evitar expresarlo. Fue un impulso genuino, sin segundas intenciones. Yo sinceramente no quise presionarla, esa no fue mi intención. Solo quería hacerle saber lo feliz que me hizo hoy, nada más. No obstante, sé que la presioné. Inconscientemente lo hice. Y eso, no estuvo bien.

Para suavizar el momento, la rodeé con mis brazos, abrazándola con ternura. Su calidez me devolvió la calma, y con una sonrisa busqué cambiar el tema.

—¿Qué peli elegiremos, mi amor? —pregunté con ligereza.

Moa arqueó una ceja, divertida.

—¿Cómo? ¿No sacaste las entradas ya, bebé?

—¿De eso no te encargabas tú, Moa?

Nos quedamos mirándonos un segundo antes de estallar en carcajadas. La sincronía perfecta de nuestro pequeño desastre lo hacía aún más gracioso.

—Bueno, entonces habrá que improvisar. Vamos al cine de todos modos. Seguro encontramos algo —dijo con entusiasmo, entre risas.

Y así lo hicimos. Al final de cuentas, lo importante era continuar con la bonita cita, y no la peli en sí.

Al llegar al cine, descubrimos que aún quedaban entradas disponibles para dos películas: la última producción animada de Disney, que ambas sabíamos que sería divertida, y un documental titulado "Economía y el porqué es tan importante para un país".

La Chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora