○La persona que aún amo○ Giyutan

Tanjiro II

Los problemas empezaron durante la planeación del evento.

Cuando Giyuu le fue a decir a su madre sobre la boda sabía que la reacción de la mujer no sería tan gentil, ya que estaba al tanto de los sentimientos que su madre guardaba a Tanjiro. No lo solía disimular y aunque varias veces llegaron a pelear por aquel tema su progenitora siempre se excusaba en que ella solo quería lo mejor para su hijo.

No dijo que no estaba de acuerdo, aunque varios comentarios demostraron su inconformidad. Pero en ese momento no parecía que hubiera un problema mayor, hasta semanas de después.

Había pasado una semana desde que Tomioka le propuso matrimonio a Tanjiro, ya estaban llevando a cabo la planeación de tan importante celebración.

Estaban decidiendo las flores que usarían para los arreglos, pero había una persona sobrando en ese momento -Giyuu, que te parece usar flores de nube y dalias, creo que quedaría bien si tienen una degradación de blanco a rosa - Tanjiro tenía unos ojos brillantes; Giyuu sabía que eran sus flores favoritas y si su lindo prometido quería esas flores en su boda las tendría - me parece b...- fue interrumpido - mira querido, las flores que tú quieres son un poco...simples, no son formales, yo creo que deberían poner rosas blancas - ahora entendía por qué su madre quería venir - además, considero que si yo voy a ser la que pague la boda, al menos deberían tomar más en cuenta mi opinión -

Ante el comentario que su madre expulsó, Giyuu sintió cómo su cuerpo se calentó de ira- mamá, nosotros vamos a pagar la boda, tu ayuda no es requerida - contesto de forma cortante - ay cariño, ni aunque dejaran de comer por un año podrían pagar una boda decente, tal vez ni siquiera puedan pagar un salón para más de doscientas personas - su respuesta fue fría, el pelinegro sintió que en cualquier momento explotaría -es cierto rentaremos un lugar pequeño porque no invitaremos a tantas personas, solo familia cercana y amigos - la mujer puso una cara de horror, como si hubiera escuchad la cosa más repugnante y vulgar del mundo - ¡pero que tonterías dices hijo! qué hay de mis amigas y los compañeros de trabajo de tu padre, además seguro querrán traer a sus familias y no sé si los padres de Tanjiro invitarán a alguien - Giyuu ya no aguantaba las ganas de gritar - ¡pues ...- pero volvieron a interrumpirlo -creo que tiene razón, muchas gracias por ayudarnos con este gran gasto, habíamos decidido que fuera un evento pequeño, para no tener que pedir un préstamo al banco - así que agradecemos su ayuda- Tanjiro, al observar la incómoda situación, solo pudo intentar mediar las cosas, no quería que Giyuu y su madre tuvieran problemas, sabía que el azabache entendería, la mujer solo pudo sonreír de forma altanera ante lo dicho.

Conforme la planeación de la boda avanzaba, Tanjiro recibía más críticas e insultos, no solo de la madre de su ya casi esposo, sino también de otros integrantes de la familia Tomioka, estos diciéndolo a espaldas de Giyuu - estas un poco gordito, pero con unas semanas de dieta y ejercicio, el traje te quedara perfecto- decían las tías del azabache -la verdad no me creía que mi primito fuera joto, pero viendo que se va a casar con un chico tan afeminado y poco viril, ya no es algo que me preocupe- gente realmente desagradable, que al hacer esa clase de comentarios demostraban su bajo nivel de inteligencia.

El joven muchacho se sentía tan incomodo, pero era la familia de su prometido. Por otra parte Giyuu no sabía que decir ante aquellos comentarios, claro que los escuchaba, pero a su parecer él no podía decir ni hacer nada.

Llego el día de la boda, pero ninguno de los dos estaba disfrutando el que sería su día especial, tal vez porque al final ninguno de los dos tuvo palabra ni voto en la decoración, ni en sus trajes, técnicamente tampoco en sus votos, el evento fue arreglado al cien por ciento por la madre del ojiazul, más que una boda, parecía un evento empresarial, una gran parte de los invitados estaban ahí  solo por negocios y claro que con esas mismas personas, convenencieras, venían sus familiares, amigos y cónyuges.

 Giyuu ya estaba acostumbrado a esa clase de cosas, eventos con el fin de negociar y agradar a personas con un rango amplio de poder y economía, pero, aun así era realmente incómodo que hubiera tanta gente desconocida, no se imaginaba como se sentía Tanjiro. A pesar de que mostrara una sonrisa, esta no era verdadera, no era tan brillante ni tan hermosa.

Podía notar la tristeza en sus ojos, no era común en el chico. Pero ¿qué iba a hacer, escaparse, pelear con su madre? sabía que no lograría nada, se rendía ante la situación y como de costumbre dejó que la mujer controlara su vida.

En ese momento creyó que solo era un pequeño desliz, que al cabo de unos días todo estaría como siempre, solo había que dejarlo pasar y después de ese día, su madre no los molestaría más, pero no fue así, fue ingenuo.