Lagrimas

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Como no se pudo imaginar que su madre seguiría adentrándose en su matrimonio, como una espina que solo se entierra más y más, dejando que la herida se infecte y se pudra.

No quería complacer a su progenitora, pero quería quitársela de encima, pensando de forma estúpida, que si hacía lo que quería, los dejaría a ambos en paz.

Pero poco se inmuto en lo que Tanjiro sentía y quería, no peleaban, pero solo porque el pelirrojo se resignaba; era algo realmente común que las "quejas" de Tanjiro no fueran escuchadas - Giyuu, la verdad no me siento muy bien ¿podemos no ir a ese evento?- Tanjiro, por favor mi mamá ya lo hace pesado, no lo empeores; solo serán unas horas- si tienes razón- cada vez las respuestas eran más toscas, varias veces Tanjiro estaba a punto de llorar - la verdad no me siento muy cómodo con tu familia, porq... - pues siento mucho, que mi familia no sea perfecta como la tuya- ¡no!, no me refería a eso, es que yo.. - sabes que no tengo tiempo para esto, a diferencia de ti yo si tengo un trabajo-

Claramente no era fácil para Tanjiro escuchar esas palabras, en especial viniendo de la boca de su esposo, pero sabía que solo era porque estaba muy estresado, era verdad él no tenía un trabajo fijo, todavía seguía con sus estudios, si tenía un poco de dinero era por sus turnos extra en el hospital; además sabía que Giyuu no quería lastimarlo. En esas situaciones, cuando llegaba a casa al anochecer, entre sus manos se encontraba un pequeño regalo, y se disculpaba por su comportamiento -perdón Tanjiro, es cierto que mi familia no es la mejor y se perfectamente porque prefieres estar alejado; solo que he tenido días difíciles en el trabajo y después, mi madre siempre encuentra algo de que reprocharme, lo siento, no debe ser fácil ser mi esposo- lo comprendía, Giyuu tampoco la estaba pasando bien.

Habían pasado meses, casi un año y su relación iba decayendo más y más, ya no salían; no tenían ninguna clase de contacto físico, ni un beso, ni un abrazo, con suerte una mirada, apenas y se hablaban, cada vez había más discusiones, hasta esa mañana.

Como por desgracia ya era costumbre, la pareja tenía una discusión matutina antes de que el azabache se fuera a trabajar, pero esa vez algo cambio y de repente Tanjiro le dio la espalda a Giyuu y por algunos minutos no pronuncio palabra alguna, dejando confundido al mayor, cuando el tierno joven volteo a ver a su amado, este pudo ver sus tristes y cristalizados ojos -Giyuu, la verdad... creo que esto jamás va a funcionar - comentó entre palabras cortadas -yo te amo y sé que tú me amas, pero no estamos bien; somos jóvenes, tu trabajo te desgasta demasiado, yo ni siquiera he terminado la universidad, tal vez estar casados no fue la mejor opción - Tanjiro ya no estaba reteniendo sus lágrimas y no faltaba mucho para que Giyuu estuviera en la misma situación - Giyuu Tomioka, lo mejor es que nos divorciemos -

○La persona que aún amo○ GiyutanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora