𝙞𝙣𝙙𝙞𝙛𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩 | ˡᵘᶜᵏⁱᵗʸ

Prólogo

Las gotas de lluvia se empañaban en los grandes ventanales del invernadero, era un tranquilo momento para el chico de cabellos chocolates que a pesar de no oír las gotas caer para su placer, imaginaba el sonido de estás en su imaginación; después de todo tenía una idea de ese sonido, un sonido que alguna vez escuchó. Con tristeza cerro sus ojos relajándose con el silencio de su único lugar que lo mantenía estable en tiempos duros.

Un suave olor a ropa empapada le hizo levantar su mirada admirando un joven de cabellera azabache con un gorro que cubría un poco estás. Pareció reconocer unos segundos a este...¿Lo había visto alguna vez?.

Tal vez; si.

-Disculpa, ¿Tienes un ramo de Gardenias?- Unas flores simples y blancas que su sumo significado era sobre admiración o incluso un amor secreto. Pero esto Luzu no entendió por el hablar rápido del chico, no había leído sus labios por distraerse en verificar de adónde conocía. -¿Hola?.- Volvió a hablar con un nervio interno al chico de cabellera castaña; este solo saco una libreta escribiendo con rapidez.

"Repitelo lentamente."

Con confusión el de hebras oscuras hizo lo leído repitiendo su pedido para la compresión del dueño de la tienda, este solo afirmó su encargó con un pulgar arriba preparando el ramo de Gardenias.
Sencillo pero ni tan majestuoso, después de todo ya sería su hora de cerrar en unos minutos, no tenía problemas si tardaba un poco más.

-Y...¿Trabajas aquí?- Cuestionó el de ojos oscuros intentando coquetear con el chico que le atendía, este realmente se esmeraba por el pedido por lo que solo estaba de espaldas sin prestarle atención; eso le desilusióno debido que por una apuesta había subido valor para intentar coquetear con su repentino interés amoroso de universidad; odio haber investigado al menos algo sobre las "estúpidas" flores para tirarle una indirecta a su crush, según sus palabras.
En eso un castaño de mechón rubio entro al lugar con un costal de tierra, dejándolo a un lado de unas macetas mirando a lo cerca al chico que trabajaba.

-Oh...vaya, hay un cliente- Rió bajo el recién llegado, pasando al mostrado en donde se encontraba el menor haciendo el arregló con cuchillo, tocó el simple hombro de este sorprendiendolo por su repentina presencia; unos simples movimientos de manos hizo para que el castaño le entendiera sus palabras.

Ahí, Quackity dió a entender que su interés amoroso, Luzu, el chico del edificio de psicología era realmente sordo incapaz de escucharle.

Ahora se sentía idiota, por sus antiguos intentos.