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narrador omnisciente.

A veces Alessia se sentía como una adolescente, una tonta e infantil adolescente que no pensaba en las cosas que hacía. Tal vez por eso había pasado lo de Emiliano, y eso también la llevaba a pasar largas horas pensando en el, mirandolo.
Estaba segura de que si pudiera volver el tiempo atrás, no estaría en ese avión con Emiliano; creía que ese era el principio de sus problemas.

Con Scaloni no había hablado, solo lanzaba algunas indirectas en charlas grupales, algo que la hacía saber que tendría que hablar con el en algún momento.

Ahora, intentaba centrarse en el trabajo. Los chicos calentaban en las bicicletas, mientras ella charlaba con sus compañeros sobre como poner las cámaras y que tipo de tomas quería.

—Ojo acá, en el barrido el Cuti ya rompió dos cámaras —advirtió Lionel Scaloni—. No queremos que esta sea la tercera.

Maradona asintió, mirando la zona.

—En la parte de los arqueros, es complicado —dijo el ex futbolista, relamiendose los labios como si quisiera decir algo mas—. Suele ser... salvajes. Seguro sabes de eso.

—Si, yo se mucho de arqueros salvajes —seguió el juego, con una sonrisa.

Lionel quiera ser un venenoso con Alessia, y ella tenía que ser el doble de venenosa para ganar. Es el orden de las viboras.

Scaloni le dio un gesto de asco y ella levantó ambas cejas, orgullosa.
Seguieron caminando y llegaron a otro circuito.

—Eso es una liga de calor —señaló—. Lo usan los futbolistas para los...

—Lionel, se lo que es una liga de calor —recordó—. Tuve una fractura y desgarre muscular, gracias por recordarme eso de hecho ¿Y de qué me sirve esa información para el documental?

—Se que no estás tomando las pastillas, ni siguiendo el plan de rehabilitación de la pierna —soltó como una bomba—. Hace dos meses se te tendría que haber terminado la caja. No pediste otra.

Alessia tomó aire y apreto la mandibula, mirando para otro lado.
No estaba lista para tener esa charla, mucho menos en horario de trabajo.

—Lo hablamos después —decidió Alessia, escapando de la situación.

El resto del entrenamiento y grabación se baso en mucho mate y algunas risas, muy tranquilo, ya que la misma noche jugaban y no podían forzar ningún musculo; para evitar lesiones.
Alessia no dejaba de pensar en lo que dijo Scaloni, y en que le iba a decir a la hora de hablar. No era el momento para que se enterara de lo que hacía, y sabia que Lionel era medio pesado con el bienestar de ella y de sus jugadores, pero ahora no era el mejor momento.

También, Alessia notaba como Emiliano era un gigante al estar parado junto a los demas; mas cuando se ponía a boludearlo a Enzo... tenía de dejar se pensar en Emiliano, y lo sabía.

—¡Cuti la cámara! —gritó Leo, sacando a Alessia de sus pensamientos.

Pero era muy tarde, la cámara cuatro se encontraba en piso y hecha mierda. Y el Cuti al lado, desparramado mirando su desastre.
Romero miró a Alessia, haciendo una sonrisa rara. El tenía una mueca de culpa y ganas de reírse al mismo tiempo.

Todos reían, mientras Mac Allister fue el único en buscar al compañero y levantarlo del piso.

—Bueno... —soltó Alessia, mirando a Scaloni, quien miraba la escena con su cara de culo de siempre— parece que esta va a ser la tercera ¡Yupi! 

○¡

Ya siendo la hora del primer partido de Argentina en el mundial, Alessia ya tenía planeado la ropa que iba a ponerse. Siempre fue muy meticulosa con su vestuario y mas cuando sabía que su "vuelta" al fútbol, aunque no sea como jugadora, era muy polemico y que querían una imagen de ella en la cancha. Tenía que prepararse para las portadas.

Ana; la de iluminación, la menor del grupo y con la que compartía cuarto, salio del baño ya preparada y riendo con el celular en sus manos.

Ariel se quiso ir al cuarto de Javier, y Ana para el de ella, era mas cómodo y después de ver lo rompe bolas que era Ariel, no quería tenerlo durmiendo ahí.

Alessia frunció el ceño ante la tonta sonrisa que daba su nueva compañera. Ana parecía una tonta, pero una de esas que se sonrojan enamoradas.

Decidió ignorarla, por mas dudas que tenga.

—Los chicos están nerviosos, ya estan en los vestuarios —comunicó Ana.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Alessia, peinandose.

—Ah... me dijo el Dibu —contestó Ana, para después volver al celular.

Ale la miró de reojo, entre sorprendida y algo molesta, pero Ana no lo notó.

¿Emiliano hablaba por celular con Ana? Para empezar ¿Cómo que Ana tiene el número de Emiliano? Y ¿Por qué le hablaba a ella antes del partido?

—¿Hablas con el? —indagó.

—Si... un poco —murmuró Ana, nerviosa y sonrojada—. Es muy lindo, esta separado. No lo sabía.

—Aja —contestó Alessia, asintiendo con la cabeza. Hasta que se le ocurrió decir algo, no muy bien pensado de hecho, pero solo para... descargar cierta ira que llevaba dentro—. A mi me lo dijo cuando nos conocimos.

Ana la miró algo sorprendida, y Alessia sonrió y volvió al espejo.

Algo dentro de Alex se encendió, y no era nada bueno. Tenía un sentimiento amargo, no sabía de que, pero algo le molestaba como nunca. Seguramente, debe ser, porque Ana y Emiliano se llevan diez años.

—¿Vamos? —le dijo a Ana, dandole una sonrisa tan grande como falsa.

Lo que esperaba que sea un partido tranquilo y facil, terminó en gritos y mucho estrés.

—¿¡Anulan!? —grita Aimar, enojado.

El arbitro lo miró, dandole una seña de que a la próxima salía expulsado.

Alessia se sentó junto a Aimar, no podía prestarle atención a nada mas que a la cancha, pero quiso darle unas palabras a Aimar.

—Son unos hijos de puta —le dijo Ale, tapando su boca en cada palabra.

—No me sorprenden igual, me lo esperaba —contestó Aimar, imitando su acción.

Scaloni se veía tenso, pero buscaba arreglar los minutos que quedaban de partido. Alessia sabía lo que significaba este mundial, y no queria ni imaginarse lo que sería si llegabamos a perder.
Lo único que la mantenía tranquila era que estaban en fase de grupos, y era el primer partido, capaz se habían confiado un poco.

Sonó el fin del partido y Scaloni bajó los brazos, suspirando de frustración. Pero se recompuso y siguió a los vestuarios, seguramente con alguna opinión optimista para compartir con sus jugadores. 

Alessia miró a Julián y Enzo, ambos caminaban hasta ella, pensativos y desaminados. Al ver sus caras, decidió levantarse y colgarse del cuello de ambos, con una sonrisa positiva.

—Me van cambiando la cara ya —ordenó la mujer, ganandose la mirada de Julián— ¿Qué? Cada una con sus cabalas. Y me dejan mal para los edits y las fotos, sonrían al menos.

—Yo solo necesito un abrazo —murmuró Julián, dandole ternura a Alessia.

—Yo una birra —siguió Enzo.

—¿Saben que necesitan los dos? Una duchita —comunicó, mientras los soltaba y hacía una mueca de asco por el olor de olor de ambos.

Eso hizo reír a ambos jugadores, levantando un poco su ánimo.
Alessia, que caminaba unos pasos atrás de sus amigos, aprovechó para ver hacía el arco. Emiliano miraba a la selección de Arabia Saudita celebrar, con una expresión rara, entre enojada y triste.

No quiso acercarse, lo mejor era ignorar su presencia.

Capaz Ana lo pueda ayudar mejor. Pensó Alessia.

•¡








Ya see, tuvimos poquito Dibu ultimamente, es que el cap que sigue se viene medio fuerte mmm

<3

CAÓTICOS [Dibu Martinez] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora