Capítulo 1

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Las vacaciones de verano estaban por terminar, era el momento de volver a casa. Aunque se podría decir que Ashlyn no sentía ese apego al lugar que debería llamar hogar. Esa sensación de calidez, paz y seguridad que se supone debería sentir al llegar al lugar donde vivía era algo que había dejado de sentir hacia un tiempo. Desde el divorcio de sus padres dejó de sentirse así, no le gustaba volver a la casa de su madre, eso solo revivía todos esos malos recuerdos al estar en lo que alguna vez fue el hogar de una familia unida, un hogar feliz.

Su padre y ella habían pasado la última semana en casa de su abuela, lejos de la ciudad y todo el ruido de las zonas urbanas. Le gustaba visitar a su abuela, esa sensación de libertad que le otorgaba el campo era algo que amaba. Podía correr por ahí y sentirse libre estando rodeada de grandes árboles y pastizales verdes.

– Papá, ¿Puedo quedarme con la abuela? No quiero volver a casa todavía. Me gustaría vivir aquí, con la abuela y Aika. –Suplicó Ashlyn por tercera vez mientras terminaba de subir sus maletas al auto– Por favor, papá, no quiero irme todavía.

– Princesa, sabes bien que debemos volver hoy mismo, tu madre te espera. Y aunque quisiera que nos quedáramos por más días, debo volver al trabajo mañana. Regresaremos en las próximas vacaciones, te lo prometo.

Revolvió el cabello de la pequeña antes de entrar nuevamente a la vieja casa de su madre. Rendida, Ashlyn no tenía otra opción más que aceptar que sus vacaciones habían terminado, debía volver a su rutina. Volver a lo que alguna vez llamó hogar.

Estaba por entrar al auto cuando escucho unos pasos, volteó hacia atrás y ahí estaba su abuela.

–Nana, quisiera quedarme por más tiempo, realmente no quiero volver a casa – Se acercó a ella para apoyar su frente sobre el pecho de su abuela– Quisiera poder vivir aquí.

–Yo también quisiera que te quedaras por más tiempo, pero tu madre te espera y tienes responsabilidades allá. –Tomó el rostro de la niña con ambas manos para que esta la observara– Además, ya estoy muy vieja para hacerme cargo de una jovencita como tú tan llena de energía.

La joven se limitó a bajar la mirada algo decaída por las palabras de su abuela, pero ella tenía razón, la Nana era una señora mayor que prefería pasar sus días en la tranquilidad de su casa mientras que Ashlyn amaba la aventura, salir y explorar cada pequeño rincón de los lugares en los que estaba. A pesar de su corta edad, entendía que no podía darle una responsabilidad así a su abuela, además de que su mamá se volvería loca con tan solo proponerle la idea, ella jamás aceptaría algo así.

–No te pongas triste, el próximo verano volverás, las vacaciones van a llegar más pronto de lo que te imaginas

–Pero si acaban de terminarse, falta mucho para las siguientes –Cuestionó la menor mientras seguía evitando la mirada de su abuela. –No quiero esperar tanto.

–El tiempo pasará rápido, ya verás que volveremos a vernos muy pronto.

Ashlyn asintió con la cabeza mientras se unía a su abuela para un último abrazo antes de irse. Ambas se quedaron abrazadas en silencio por un momento, disfrutando la compañía de la otra. Esperar al siguiente verano iba a ser una larga espera, por lo que guardó ese momento en sus recuerdos, el olor característico de la abuela y esa calidez que solo tiene un abrazo de ella. Quería que ese momento durara por siempre, pero fueron interrumpidas por una tercera voz.

–Ya todas las maletas están el auto, es hora de irnos –Mencionó su padre mientras se acercaba a ellas. Ashlyn se separó de su abuela mientras su padre se despedía de ella con un cálido abrazo. –Te llamaremos cuando lleguemos a casa.

La anciana asintió con la cabeza mientras veía como su hijo y su nieta emprendía su viaje de regreso a la ciudad. El viaje era largo, por lo que no pasó mucho tiempo para que Ashlyn cayera dormida en un profundo sueño mientras se dejaba llevar por la música que sonaba en la radio en ese momento. Dormía algo incomoda, pero el cansancio que sentía su cuerpo era mayor a la poca comodidad que le brindaba el auto.

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