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Después de eso Lilith ya no era la misma, decidió pasar los últimos de su relación con su amado, a pesar de todo y de que le ocultó el tiempo que les quedaba ella lo amaba con toda su vida, era el hombre de sus sueños, estaba feliz de que los hayan condenados a estar juntos, pero a la vez estaba tan decepcionada de aquel hombre que amaba, le había mentido y de igual manera aún lo amaba. Los días pasaban y estos se hacían más y más unidos, no había día en el que estos no estuviesen juntos, era su actividad favorita, estar el uno con el otro era como magia. Tenían citas, salían a lugares muy lujosos y dormían juntos, parecían esposo en cierto punto, pero esto iba a terminar muy pronto y ambos lo sabían. 

El día que todo iba a terminar ambos estaban juntos y prometieron un amor eterno, ninguno de los dos se iba a olvidar del otro, vivirían todo el tiempo que pudiesen para encontrarse en esta vida y si tenían más las vivirían amándose. Emeritus estaba muy deprimido, no quería olvidar a esta bella mujer, era la otra mitad de él, su complemento, la razón por la que aún respiraba y vivía. En cambio Lilith estaba feliz, pero también triste, haber pasado ocho años de su vida con aquel hombre la hacía feliz, pero el hecho de que todo terminaría ese mismo día acababa con todo su ser.

 Las horas pasaban y Lilith no estaba lista, comenzaba a sentir todo y sentía como de a poco se olvidaba de él, aunque estuvieran juntos podían sentirlo, Emeritus tomó su mano y le dio una carta, le dijo que nunca la iba a olvidar y que si lo llegaba a hacer iba a morir en ese instante, Lilith solo le dio una foto para que la pudiese reconocer si es que se llegaban a tomar de nuevo en esta vida.

 Se habían olvidado ya de todo y al despertar ambos se sentían cansados, estaban en sus respectivos castillos, ambos aún se recordaban, pero ya no estaban en el mismo lugar para poder verse. Ahora Lilith estaba en el infierno y su amado en el mundo terrenal. Por otro lado, su padre le tenía una noticia, Lilu se había ido y no podían encontrarla, Lucifer condenó a su propia hija para que su amado no la reconociera de nuevo, la odiaba con todo su ser. 

-Hey, Lilith, en que piensas? -decía Emeritus I- Hace más de media hora estas así, me has preocupado ahora.

-En lo de siempre abuelo, en él... -se cara estaba llena de tristeza y agonía- 

-¿Abuelo? Abuelo podría ser Nihil, yo aún soy un joven.  

Los chistes de Emeritus I por más tontos que fueran la hacían feliz, era él único hombre al que podía contarle todo, confiaba más en él que en su padre, era el único que la apoyaba en cualquier cosa. Al final de todo, solo deseaba que Emeritus II se fijara en ella una vez más, que la amara como lo hacía antes, no era imposible, pero tampoco era tan fácil como pensaba.

Lord of Silence 🥀

Lord of Silence 🥀 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora