Caminó hasta la salida y pudo visualizar a Louis vestido con una chaqueta de cuero negra, pantalones negros y gafas también negras.
Fue hasta donde él y lo abrazó intensamente, sin importar quién estuviera viendo.
—Te extrañé, lindo —Susurra en su oído.
Sintiendo el calor en sus mejillas se alejó un poco de él.
El hombre vuelve otra vez al oído contrario.
—Te ves tan lindo sonrojado así que vayamos a otro lugar porque quiero besarte —suelta con un gruñido.
Mordiendo el interior de su mejilla caminó hacia el callejón más cercano.
Apenas Louis llegó su cuerpo fue apoyado a la pared y éste mismo empezó a besar cada lado de su rostro.
—Te extrañé tanto, en verdad —gruñe mientras lame sin cuidado su labio superior.
—Sólo pasaron unos días —se justifica el rizado atrayendolo hacia él.
—Eso es mucho.
Por fin unen sus bocas, restregando cada lado de si mismos.
El rizado disfrutó su cálido toque hasta que recordó que tenía algo importante que decirle.
—L-Louis yo...—decide hablar.
Tenía que decirle sí o sí.
Trató de alejarlo un poco, pero eso provoca que lo bese aún más fuerte.
Hasta que decidió dejar de besarlo.
—Tengo que decirte algo, Louis —dice en un tono más serio.
—Está bien, discúlpame —se aleja apoyándose en la pared.
—Yo... te estuve ocultando algo.
—Suéltalo, lindo.
—¿Recuerdas todo eso que dicen de mí? —un nudo se formó en su garganta.
—Sí...
Abrió la boca tomando un gran trago de aire.
—Es verdad, toda la mierda que dicen es verdad —habló rápidamente.
—¿Qué?
—El pupitre que está a mi lado lo incendié por mi propia cuenta —apretó sus dientes.
—¿Y por eso te tienen miedo? —pregunta juntando sus cejas —. He conocido a gente peor, eso no es nada.
Él lo piensa de otra manera.
—¿Recuerdas la fiesta en la mansión Zhukovski? —Él asiente—. Por favor, mira ese basurero.
Él lo hace y mientras tanto el rizado se concentra en moverlo, alza una mano —la cuál está temblando—y rápidamente la gira hacia la izquierda provocando que el basurero se mueva bruscamente.
—Tú...
—Yo detuve el dardo —confesó.
—Dios...—el ojiverde no puede mirarlo a los ojos —. Dios, Dios, Dios.
—Entiendo si ahora me tienes miedo —miró el suelo.
Vió como su mano era tomada.
—Eres increíble, Harry —dice en un susurro—. Nunca te tendría miedo.
—¿No?
—Sé que no le harías daño a nadie, ni siquiera a una hormiga —dice logrando hacer reír al contrario.
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Brujo | Larry Stylinson •Adaptación•
FanficRaro. Esa era la pequeña definición que daban de él. Desde el día en el que un pupitre prendió en llamas a su lado y quedó completamente intacto por un movimiento que hizo con su mano, nada volvió a ser igual. Nadie quería ser su amigo, le temían ba...