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Al día siguiente, Jisung se sintió un tanto decepcionado de no ver al Sargento al despertar. Por alguna razón, esperaba que estuviera ahí para contarle un poco de su vida, ya que el día anterior él le había contado sobre la suya.

Quiso preguntarle a la enfermera si había aparecido en algún momento, pero se mordió la lengua para evitarlo. Si bien estaba curioso, no quería ser intenso con el tema.

Entonces su cabeza comenzó a maquinar ideas terribles del porqué de la ausencia del mayor. Quizá lo había espantado con todo lo que le había contado, o quizá el Sargento solo buscaba algo para poder usar a su favor en caso de volver a tener problemas. Cada idea era un tanto más descabellada que la anterior, y eso no le gustaba al chico, en absoluto.

Y tuvo que agradecer cuando Felix entró por la puerta, porque su amigo sería capaz de distraerlo. O eso pensó hasta notar la tristeza reflejada en su rostro. Tenía unas ojeras prominentes y sus ojos estaban algo hinchados.

—Lix, ¿Todo bien? —preguntó apenas estuvo a su lado.

El menor negó.

—No he podido dormir bien —dijo. Y Jisung se sentó, acomodándose en su cama, porque presentía que le contaría algo que probablemente no fueran buenas noticias—. Ayer por la noche, Bang Chan me dijo que lo más probable es que se fuera de enviado a una misión —dijo, mirando sus manos—, se va a ir, Sung, nuevamente —comentó, mientras negaba con la cabeza—. Pero no entiendo, ¿Por qué me duele tanto el corazón? Se supone que no debo sentir esto...

Jisung apretó los labios, formando una delgada línea.

—¿Por qué se va? Digo, todo parecía estar bien. Entiendo que estas cosas sean repentinas pero... no lo entiendo.

—Aparentemente han recibido una invitación desde Corea del Norte —soltó, casi susurrando, porque no quería que nadie más se enterase—. Me dijo que nadie más que yo lo sabía, que quería que fuera el primero en saber que existía esa posibilidad y tengo miedo, Jisung, ¿Qué pasa si no vuelve? —inquirió, notablemente angustiado—. Peor aún, ¿Por qué me estoy preocupando por él cuando debería estar feliz de que por fin no se interpondrá entre yo y lo que sea que pase con Changbin?

Jisung suspiró.

—Porque se va, Lixie, y no existe la certeza de que vuelva —murmuró lo obvio—, y cuando le pediste que se alejara, no era exactamente esto lo que tenías en mente, ¿verdad? —el menor asintió—. Es por eso...

Felix se rascó la frente, sin saber qué decir. Ni siquiera sabía si ya le habían confirmado a Chan, y no estaba seguro de querer saberlo.

—¿Cuándo tendrá la respuesta? —preguntó Han.

—Ayer se reunió por la noche con Changbin, pero no he querido preguntarle. Ni siquiera lo quise ver por la mañana. Tuve que rogarle a Minho para que me dejara venir por mi cuenta. —contó.

El de mejillas regordetas lo miró con más atención ante la mención de Minho.

—¿Hablaste con el Sargento? —el chico de pecas asintió—. ¿Q-qué te dijo? —preguntó.

—Al principio se negó, pero luego de decirle que necesitaba hablarte en privado y que alguien necesitaba ver que estuvieras bien, así que aceptó.

Jisung asintió, pensando que quizá ese día no aparecería por ahí. Y tenía sentido, si lo que Felix le contó se confirmara, probablemente verían mucho menos del General y del Sargento porque estarían inmersos en las preparaciones. Jisung tuvo que agradecer en secreto que el Sargento no fuera el que se retiraba.

Sacudió la cabeza con brusquedad al darse cuenta del curso de sus pensamientos. ¿Qué le importaba a él si se iba?

El resto del día, Felix se dedicó a contarle sobre lo que sucedía en el regimiento. Le habló de Seonghwa y Yeosang y de los rumores que había oído de la llegada de un segundo Sargento que vendría para ayudar, pero eso no era todo, habían admitido especialmente a un chico de Samseong, y ante la mención del lugar, Jisung no pudo evitar tener un mal presentimiento.

THE HUG CEREMONY || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora