Solo Siendo Amigable (Fanfic SanRay) ℱ𝒾𝓇𝓈𝓉𝒦𝒽𝒶ℴ

Capitulo 6

— Tienes que estar jodidamente bromeando—, exhala Tim, pellizcándose la nariz con una mano en una muestra de absoluta irritación.

Al menos no se dio cuenta de la planta muerta, San se sorprende pensando de manera bastante absurda; aunque para ser justos la planta es lo último que destaca en el estado general devastado de la sala.

San acababa de comenzar a recoger los pedazos rotos del marco de su cama, sopesando un bulto de madera agrietado en su mano mientras trataba de calcular si le costaría más repararlo que comprar uno nuevo, cuando Tim regresó de su pequeña escapada.

Definitivamente no van a recuperar el depósito de la habitación.

En defensa de San, el huracán de su ira alimentada por el arrepentimiento solo había golpeado su lado de la habitación, con el resultado de que hay una división casi cómicamente evidente entre las pertenencias ordenadas de Tim y sus propias cosas dispersas.

Es un misterio cómo Tim todavía lo aguanta; el hombre será un padre fantástico, reflexiona San mientras Tim lo ayuda pacientemente a resolver el desorden. Resulta que las únicas víctimas, además del marco de la cama, son un par de carteles de bandas que San ya no escucha, irremediablemente hechos pedazos en un pequeño montón en el suelo, y la almohada de San, que descansa sobre el colchón. con casi todo el relleno arrancado. En general, podría haber sido peor. Al menos su guitarra está a salvo.

— Despoja la cama para que pueda quemar esas sábanas asquerosas—, exige Tim, como si hubiera visto a través de la intención de San de empaquetarlas y guardarlas en la parte trasera de su armario como su posesión más preciada pero vergonzosa.

San solo puede suspirar y obedecer.

— Realmente quiero que te recompongas, como un regalo de graduación para mí—, dice Tim después de obligar a San a hablar con él sobre los acontecimientos recientes y su posterior reacción violenta.

— Hablando en serio, hombre. Nunca te había visto así antes. Deja de dejar que te haga esto.

San sabe que Tim tiene buenas intenciones, pero no puede evitar estremecerse cuando las palabras de su amigo le atraviesan todo el cuerpo.

— No sé qué me pasa. Cada vez que lo veo, simplemente... Dios, desearía poder volver atras. Ya no quiero ser así.

San solo se da cuenta de que está sollozando cuando se encuentra un poco incómodo envuelto en los brazos de Tim, sus mocos se enganchan en la tela de la camisa de Tim.

— Ahí ahí. Vas a estar bien—, lo calla Tim, palmeando torpemente su espalda, y San espera desesperadamente que tenga razón.

San se las arregla para estar bien, en parte porque no posee muchas cosas en primer lugar y, a este ritmo, se quedará sin cosas para destruir. Se aferra a la idea de que si sigue diciéndose a sí mismo que está bien, en algún momento engañará a su cerebro para que lo crea de verdad.

La curación siempre es posible, como predican los autodenominados expertos aleatorios en atención plena en los videos de YouTube que San se ha dedicado a leer detenidamente por la noche. Por un tiempo parece funcionar. San incluso se las arregla para encontrar algún tipo de consuelo en su rutina segura de trabajo y clases. Sin embargo, se mantiene alejado de los bares, excepto en las noches en que lo llaman para tocar.

Pero resulta que ninguna cantidad de meditación guiada o de contar hasta diez es suficiente para mantener la tapa firme sobre la olla hirviendo que parece haber reemplazado los órganos internos de San por ahora. No cuando las sórdidas risitas llegan a sus oídos, y siente que su vaso se aprieta casi en el momento justo.