Copa América 2007: En la columna del diablo

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Oh, Dios. Oh, Dios, ¿qué es loque he hecho?

Me he enamorado de un fugitivo

Copa América 2007.
Ciudad Guayana, Venezuela.
Semifinal.
Argentina VS México.

Miércoles 11 de julio.

La trayectoria futbolística de Ochoa prosperó luego del mundial en Alemania, pese a su posición como tercer portero suplente; a su arribo a México, el Club América no perdió oportunidad para enviarlo al campo como arquero titular, y los minutos de juego comenzaron a acumularse para Guillermo. Incluso su tiempo en la selección mexicana vio su auge a la llegada del año nuevo y otro director técnico. El dos mil siete pintaba para ser un buen año para él.

Con Hugo Sánchez como el nuevo dirigente de la selección, Guillermo fue convocado para el primer cotejo de la Copa Oro en el partido contra Cuba, donde México se posicionó dos goles sobre uno de la alineación cubana. En julio, su talento y disciplina, le permitieron ser el guardameta para el partido ante Chile, en el inicio de la Copa América Venezuela. Como titular en el torneo, Ochoa pensó que sus minutos en cancha estaban asegurados para el resto de la Copa, pero la suerte se cansó de jugar a su favor, y luego de siete días con el título, su posición como guardameta principal le fue arrebatado. Ante la noticia, su mejor amigo y jugador favorito, Andrés Guardado, había hecho lo mejor para consolarlo:

—Al menos eres segunda opción, bonito.

Guillermo recordó con nostalgia las palabras y el abrazo tranquilizante que le había dado el dieciocho, las cuales funcionaron, hasta que, en un día ajetreado de entrenamiento, la lista de convocados terminó en manos del equipo, y el joven portero suplente, vio como era la única otra opción para proteger el arco.

El sueño de titularidad en la selección, una vez más, tuvo que esperar relegado a la banca como él.

Sin serle suficiente a su mala suerte, la vida personal de Guillermo estaba bastante lejos de la futbolística; como guardameta, logró forjar un par de reconocimientos, pero fuera del deporte, incluso su capacidad para dormir se volvió caótica después de encontrarse con Lionel Messi, y el hombre lobo argentino que intentó asesinarlo.

Después de la primera impresión tras sus palabras tan poco ordenadas, el portero suplente le contó a su amigo sobre ese día con el delantero argentino, omitiendo las partes sangrientas, y la existencia de vampiros y hombres lobos. Guardado, nombró a ese capítulo de la vida de Guillermo como el amorío con Celeste. Le había dicho que esa sería su clave para hablar libremente de él.

Esa noche apenas durmieron. Prefirieron conversar respecto al encuentro de Guillermo con Lionel, en cuanto pudo relatarle Ochoa que, para ese punto de la madrugada, se reprendía por tener que mentirle y omitir información al otro muchacho, dado que el centro campista se mostró como la mejor persona y amigo que pudiera tener a su lado, cuando casi al final de su conversación, Guillermo procesó lo que le había dicho al llegar a la habitación.

Nocturno (Ochoa X Messi/Messi X Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora