Desayuno

711 70 81
                                    

ADVERTENCIA: MENCIÓN DE SANGRE, DESCRIPCIÓN DE HERIDAS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ADVERTENCIA: MENCIÓN DE SANGRE, DESCRIPCIÓN DE HERIDAS.

Eres humo en mi cabello

Caliente y sucio como el aire de Los Ángeles.

Esa cara que pones, cariño, no es justo

Tu no lo sabes, pero yo lo sé.

Copa Mundial 2006.
Leipzig, Alemania.
Hotel de Concentración.

Domingo 25 de junio.

Para Rafael Márquez, la mañana posterior al partido en contra de Argentina, y el caos que originó, fue una total odisea. No por la descalificación de México del Mundial, lo cual fue una situación desalentadora para el futuro de su Selección, pero su desempeño había sido considerado bueno, y la afición, así como los directivos, parecieron bastante tranquilos y conformes con el resultado, acompañado de la esperanza de un mejor resultado en la siguiente contienda.

No obstante, de la felicidad que le pudo brindar el saber que no todo estaba perdido para el equipo que comandaba, la falta de sueño y la razón del cansancio en su rostro se debió a una extraña, y ya de por sí, aterradora pesadilla demasiado vivida para su paz mental y que, al despertar y volver a la realidad, para su mala suerte, el recuerdo se mantuvo claro:

En medio de la noche, un ruido sordo despertó al capitán del seleccionado mexicano, y los gritos desesperados provenientes de una habitación al fondo del pasillo, lograron hacerlo espabilar. Eran los gritos de sus jóvenes trece y dieciocho.

El defensa azteca se puso en pie con rapidez, tropezando un par de ocasiones con las sábanas enredadas en sus tobillos. Al salir por la puerta, otro par se abrió mostrando los rostros angustiados de sus jugadores, mismos a los que envió de regreso a sus habitaciones para resguardarse. Dios se apiadará de él. Rafael siquiera era el mayor de entre todos, pero si el capitán.

Caminó el pasillo con fingida tranquilidad, lo último que deseó era alertar lo que sea, o quien fuera que estuviera amedrentando a sus amigos, pero los gritos de Guillermo fueron demasiado para él, y lo forzaron a dejar atrás la sutileza.

Avanzó lo que restaba del pasillo a grandes zancadas, con preocupación abrió la puerta de la habitación y recorrió el pequeño pasillo que llevaba a las camas, solo para presenciar con horror la escena que se desarrollaba ante él; al fondo de la habitación, Guardado se encontraba inconsciente y desangrándose, mientras en una de las camas, su pobre arquero era sometido y tocado por una sombra empeñada en desgarrar su garganta.

Las lágrimas se acumularon con rapidez en sus ojos, mientras luchaba por hacerse reaccionar, así como a la sombra que seguía abusando del cuerpo maltrecho del guardameta. Quiso gritar, ordenarle que lo dejara y que pagaría por todo ello, pero el miedo lo paralizó de la nada, y fue tal que no lo dejó siquiera respirar con normalidad.

Nocturno (Ochoa X Messi/Messi X Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora