Reencuentro

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Después de la tormenta se asoma el arcoíris.






Jotaro estaba acostado en el avión, sus heridas no estaban del todo curadas. Su abuelo le había recomendado que lo mejor seria quedarse en el hospital, tal vez si era lo mejor, dado la gravedad de sus heridas. Pero él quería verlas, solo verlas a las dos le haría sentir mejor.

Aun podía escuchar los reproche de su abuelo, porque sí, él tuvo que confesar lo que hizo, solo así su abuelo aceptaría volver de inmediato.

—Jotaro, no puedo creer lo irresponsable que eres, ella tiene trece años y tú diecisiete, eso es una diferencia de  cuatro años.

—Y entre tú y ella como mil, ya basta viejo, no le pondré un dedo encima —Habló ya harto de sus regaños, él sabía que se los merecía, pero el viejo no había parado de gritarle desde que dejaron a Polnareff en el aeropuerto, solo quería descansar un poco, batallo toda una noche con un vampiro metrosexual, se merece un momento de descanso.

—¡Oh no! Mi nieto está enamorado, debería enseñarle todo lo que sé — Jotaro se preguntaba que demonios le pasaba a su abuelo, hace un momento lo estaba tachando de enfermo y ahora quiere ayudarlo.

—Yare yare daze.

—Y ahora Jotaro, el amor es un hermoso sentimiento que...—y de repente nuestro músculos héroe preferiría estar recibiendo los regaños.





Japón.

—¡Mamá, Anne!¡Papá me habló, dice que están abordando el avión a Japón!

—Eso es magnífico, debemos preparar algo para su llegada —Suzi se levantó inmediatamente de su asiento. Mientras tanto la chica pecosa estaba en shock.

—No puedo creerlo... Después de tanto tiempo volveré a ver a Jojo —después de salir de su estado coloco su mano en su sonriente rostro e imaginaba como Jotaro la tomaría en sus poderosos brazos para darle un gentil y amoroso abrazo.

—¿Anne, no vienes? —la recién mejorada Holly volvió donde se encontraba la pelinegra —. Me gustaría que nos ayudaras a cocinar, tienes unas excelentes manos culinarias.

—¿Usted cree eso, señorita Kujo? —estaba feliz que la persona que admiraba dijera eso.

—Oh vamos cielo, basta de tanta formalidad, dime Mamá —el sonrojo de Anne fue un espectáculo.

—Yo... no creo que sea apropiado. 

—Ay por favor, ahora eres parte de esta familia. Lo que dijo mamá aquella vez tiene mucho sentido, conozco a mi lindo Jojo, es obvio que siente algo por ti.

—¡Señorita Kujo! No diga esas cosas tan derepente —se tomó el rostro con las dos manos, estaba roja desde las orejas hasta los pies.

—Vamos Anne, tienes que ser menos tímida. ¿Sí reaccionas así cuando yo lo digo, como reaccionarias cuando sea Jojo quien lo haga?— dio una leve risita y luego se fue sabiendo perfectamente el caos que hizo en la pequeña Anne.






—Y así fue como conquiste a tu abuela— finalizó alegremente su relato.

—Pues vaya gustos de mierda tiene la abuela —Jotaro jalo aun más el ala de su gorra, en serio quería descansar un poco.

—¡Lo mismo puedo decir de Anne! —dijo indignado, Jotaro estuvo a punto de rodar los ojos, ahora el viejo siempre lo molestaría con eso.

—Yare yare...

—¿No estas emocionado Jojo? Pronto veremos a Holly, y ahora te está esperando una linda chica pecosa. 

—¡Ya cállate viejo! —Jotaro alzó tanto la voz que hasta los pasajeros se quedaron en silencio.

Así que Japón ¿eh? (JotaroxAnne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora