Nunca había odiado tanto ver el sol salir como en ese momento, estando en el Bentley, totalmente sólo y con un montón de papeles en la parte trasera.
Su relación con el cielo nunca había sido lo mejor de todo a pesar de su alto rango, nadie, mucho menos sus hermanos, lo tomaba enserio.Cuando la tierra no existía y la caída no sucedía, era de sus mayores tristezas, ser el raro de los hermanos. Mientras ellos hablaban sobre asuntos celestiales que siempre le parecieron bobos, él es esforzaba día a día en hacer las nebulosas más preciosas que cualquier ser vivo pudiera apreciar... Aunque parecía que no lo estaba logrando ni un poco. O eso pensó hasta que la caída sucedió y la tierra fue creada, en esa noche en el Edén cuando un precioso demonio de rizos grises apreciaba cada detalle de las estrellas que eran su mayor tesoro y una burla para sus hermanos.
Siempre le gustó pensar que esa fue la primer cosa que llamó su atención en Zaphkiel. Y tal vez era cierto, pero la cosa que lo condenó a seguirlo a dónde fuera para saber si estaba bien, fue cuando hizo el acto desinteresado y riesgoso de regalar su preciada espada para que los primeros humanos se pudieran proteger. ¿Qué clase de demonio hacía eso?.
Suspiró viendo la carretera que por supuesto estaba desierta, ¿Quién estaría a las casi seis de la mañana a las afueras un Sábado? Un arcángel saliendo de una torpe reunión, por supuesto.
Sí, estuvo enojado antes, durante y después de la reunión, no por el afán de no trabajar. Si no, por la impertinente hora y el robo de tiempo con su novio.
Cada hora junto al demonio, para él, era lo más preciado en el mundo, pero la noche era aún más especial.
Cenaban, veían alguna tonta película que podrían transmitir en BBC, salían a ver las estrellas, hacían el amor, Zaphkiel le contaba del libro que estaba leyendo en el momento y dormían.
Era ese precioso momento de comfort que nunca se había visto interrumpido por nada, hasta ahora.Seguramente el peligris estaba más que dormido en la cama de ambos, así que apagó el vehículo tratando de ser silencioso, caminó de puntillas, sacó sus llaves en cámara lenta y abrió de la misma forma encontrándose prontamente a la sombra de Zaphkiel en su habitual sillón de lectura; con ambos gatos dormidos en su regazo y con sus pequeños anteojos que no necesitaba, pero que lo hacían sentir aún más elegante de lo que ya era habitualmente.
"¿Ángel?" dijo en un susurro, todavía en modo sigilo.
"Llegaste." mencionó el otro después de bajar su libro y quitarse los anteojos.
"¿Qué haces despierto tan temprano?" dejó su maletín al lado de la puerta sin importarle que unos papeles se caían de este.
"No dormí." se encogió de hombros acariciando la cabeza de Pepel.
"¿Qu-? ¿Por qué?"
"En primer lugar, no lo necesito, y en segundo lugar, no es tan divertido si no estás ahí."
El pelirrojo suspiró acercándose a su pareja.
"Lo siento mucho, no quise dejarte tanto tiempo." se arrodilló y, como si fuera un tercer gato, acomodó la cabeza en el regazo del demonio.
"No tienes que disculparte, es tu trabajo, tú no manejas las horas ni el día."
"Hmmmm." hundió la cabeza en el regazo.
"No reniegues como si fueras un niño pequeño."
"¡Pero no estuve en la noche contigo!"
"Raphael, pasamos día, tarde y noche juntos desde hace casi un año, no creo que una noche separados nos haga daño."
"¡A mi sí!" mostró el rostro para mirar directamente a los profundos ojos de su novio. "puedo vivir si en la mañana no te veo o en la tarde estás en otro lado, ¿¡Pero en la noche!?"
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𝒂 𝒑𝒍𝒂𝒄𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅 • 𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦 𝘩𝘶𝘴𝘣𝘢𝘯𝘥𝘴 ʰⁱᵃᵗᵘˢ
Fanfiction‼️EN PAUSA INDEFINIDA Y SUJETA A CAMBIOS DRÁSTICOS ‼️ El armagedón había sido evitado, todo parecía en orden pero... ¿y ahora que seguía para ellos? El ángel y el demonio tendrán que adaptarse a su "nuevo bando" y las sobras que los otros dejaron en...