𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔲𝔪 𝔬𝔠𝔱𝔞𝔳𝔲𝔪

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Roma

El día pintaba para ser uno tranquilo, y eso no podía dejar que siguiera por más que le doliera.

Había ya seducido a un par de viejos pensadores que le seguían el paso con sus miradas hambrientas, sonrió levemente tratando de sentirse algo cómodo, fracasando, suspiró desviando su camino al palacio en donde estaban sus objetivos principales, luego se encargaría de ellos. Entró a un establecimiento en donde servían bebidas, pensó momentáneamente en pedir algo, pero seguramente en el palacio le servirían algo mejor, así que más bien se dedicó a buscar un lugar en donde sentarse encontrándolo rápidamente.
Tomó asiento, acomodó su túnica atada con un adorno de oro puro en forma de ave -para su infortunio no había una de una figura de pavo real, ese día se enojó mucho, pero se tuvo que resignar a ese- y observó a sus alrededores. Hace no mucho Gamaliel había ido a darle una queja sobre su supuesto pobre desempeño en el infierno, así que realmente no quería volverlo a ver o escuchar por ahora.

Su vista se dirigió al juego con fichas que estaba descansando en la mesa, sonrió sutilmente, podría jugar un poco para distraerse y luego volvería al trabajo... o podría ir por ostras antes de volver a trabajar. Sí, eso sonaba bien.
Tomó una de las fichas claras entre sus manos moviéndola a una casilla, luego tomó una de las obscuras e hizo lo mismo empezando a jugar consigo mismo; eso era muchísimo mejor que jugar con un imbécil prepotente que se sentía lo mejor por haberle ganado una ronda. Mejor solo que mal acompañado, siempre pensaba.

Pero luego su cómoda soledad se vió interrumpida por una voz familiar, la misma que había escuchado de vuelta a Mesopotamia quejándose de que no entendía el propósito de su jefe al inundar un lugar lleno de gente inocente y que solo una persona se salvara, siempre le daba gracia recordar la cara que hizo cuando le dijo que Dios mandaría un arcoiris como promesa de que no lo volvería a hacer. 'Claro, eso les gustará mucho después de haber sido ahogados', hasta la fecha no sabía cómo Raphael seguía con empleo, si es que todavía tenía uno en este momento.

Levantó la mirada en dirección a la barra en donde el arcángel se encontraba, usando una túnica clara y unas diminutas gafas amarillentas. Se veía algo irritado y hasta se podría decir que algo molesto, realmente lo pensó antes de siquiera intentar acercarse. '¿Puede servirme una jarra de algo que sea bebible?, por favor.' había sido lo que dijo a la señorita encargada de la barra, prontamente tenía una jarra en la mano y un asiento vacío. Así que mandó todo a la mierda y se levantó para quedar lado suyo.

"¿Raph... Raphael?" el mencionado lo volteó a ver abriendo bien los ojos cuando se encontraron con los suyos. "Bien..." reprimió una sonrisa, pero sus manos inquietas expresaban su entusiasmo. "que casualidad encontrarte aquí." dijo sentándose efusivamente. "¿Sigues siendo un arcángel?" la pregunta se le resbaló por la lengua no dejando que la procesara al momento. Seguir siendo un arcángel ¿Qué clase de pregunta estúpida era esa?, pensó.

"Eh... ¿sí?" rió jugueteando con la jarra que estaba en sus manos, luego la dejó en la barra. "¿Qué más sería? ¿Un cerdo hormiguero?" volvió a reír rezando para que no se haya escuchado tan imbécil. Pero parece que el demonio realmente no lo notó -o no lo mencionó- y solo sirvió dos vasos de la bebida que tenía la jarra, le extendió una al pelirrojo y se quedó con la otra.

"Salutaria." dijo en voz tranquila, chocaron los vasos en un sonido hueco, Raphael bebió de su vaso, Zaphkiel solo se lo acercó un poco a sus labios para volver a hablar. "¿Hace mucho estás en Roma?" luego bebió.

"Solo vine por un milagro rápido. ¿Tú?" él también bebió sin verlo.

"Uno que otra tentación menor." no iba a mencionar que estaba ahí para pasar un rato con Julio César, no le gustaba ser específico con él, era mejor que se enterara de otra forma que no fuera por sus propias palabras. "Aunque también pensé en probar el nuevo restaurante de Petronius. He oído que hace cosas notables con ostras." una sombra de una sonrisa se hizo presente.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2023 ⏰

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𝒂 𝒑𝒍𝒂𝒄𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅 • 𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦 𝘩𝘶𝘴𝘣𝘢𝘯𝘥𝘴 ʰⁱᵃᵗᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora