Lo Que Fuimos y Somos - Elizabeth Olsen

Mamá, papá, me voy.

-POV T/N-

-¡T/N T/A TE PROHÍBO QUE PONGAS UN SOLO PIE FUERA DE ESTA CASA, TÚ NO TE VAS A NINGÚN LADO Y MUCHO MENOS A NUEVA YORK!-

-¿OH EN SERIO? ¡TENGO 21 AÑOS, SI ME QUIERO IR O NO, NO ES DE TU INCUMBENCIA, POR MUCHO QUE SEAS MI PADRE NO TIENES EL CONTROL SOBRE MÍ!- los gritos no cesaban, odiaba esta casa, quería irme.

-¡NI SE TE OCURRA VOLVER A LEVANTARME LA VO-

-¡YA BASTA!- gritó mi madre interrumpiendo al señor que no dejaba de gritarme. Tanto mi padre como yo nos quedamos congelados en el suelo, mi madre nunca gritaba y menos de esa manera.

-Cariño, entiendo que quieras irte a Nueva York a estudiar, ¿Pero no lo ves muy repentino todo? Hace tan solo un mes tenías en mente otra cosa, ¿Porque de pronto cambias a esto?- dijo mi madre con su voz calmada de siempre, la cual sabía que si me marchaba extrañaría muchísimo.

Me calmé y antes de responder miré con una cara amenazante a mi padre, insinuando que no me interrumpiera y dejara hablar. -La verdad es que siempre me ha gustado arte dramático, de hecho lleva siendo mi sueño desde hace años y por una vez que lo tengo claro al cien porciento quiero aprovecharlo y dar todo de mí. Sabéis que me ha costado mucho sacarme los estudios porque nunca tuve inspiración ni algo por lo que luchar, ahora lo tengo y no pienso desaprovechar la oportunidad, os estaría agradecida si pudierais apoyarme en esto, se que para vosotros tampoco es fácil verme cambiar de profesión tan rápido pero sé que esta vez es de verdad, por favor.-

-Está bien, lo siento por como me puse antes hija, solo estoy preocupado por tí, sabes que quiero lo mejor para tí y que estudies algo que tenga salida- dijo mi padre algo más tranquilo.

-Oh venga no me vengas con eso ahora, arte dramático tiene las mismas salidas que cualquier otro trabajo, simplemente... hay que... Mmm... ¿Ser de los mejores?- solté una pequeña risa al final.

Mis padres se rieron y me abrazaron, aunque yo no era mucho de contacto físico se lo agradecí, se que era su manera de decirme que me apoyaban.

-Bueno, que, entonces... Nueva York eh, un gran cambio, ¿Estás preparada para ello? Para vivir sin tus papis a los cuales quieres muchísimo- puse los ojos en blanco tras lo que dijo mi padre, sabía que lo hacía para romper ese silencio algo incómodo que quedara tras el abrazo. -¿Sabes que puedes llamarnos siempre que necesites verdad?-

-Si papá, lo sé, gracias, por todo pero igualmente sigo algo molesta por los gritos de antes- lo miré entre cerrando los ojos y con una sonrisa traviesa.

-Oh hermanita no seas tan rencorosa- soltó mi hermano abrazándome por detrás lo que hizo que me asustara.

-¡Sebas! Ya te dije que no hicieras eso, un día me va a dar un infarto, no ves que ya voy mayor- dije dramáticamente poniendo la mano en mi pecho.

-Uy si, súper mayor, entonces mamá es una momia-

-¡Oye!- mi madre le dio un empujón a mi hermano en el hombro ofendida. -Ahora por listo pones la mesa, venga.-

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Terminamos de comer y me fui a mi cuarto a descansar y mirar a que universidad me gustaría entrar, sí, no había hecho nada de eso, como siempre me lo dejo todo para el final, pero sabía que iba a ir a una privada ya que por suerte, mi familia era adinerada y se lo podían permitir.
Tras muchas búsquedas decidí que iría a Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York era la que más se asemejaba a lo que quería, además de que mi actriz favorita, Elizabeth Olsen, había estudiado ahí y me hacía ilusión.

Al poco tiempo de decidirlo bajé al salón para decírselo a mi padre y hablar de como íbamos a hacer para lo de el examen de acceso. Mi padre hablo con unos contactos y al poco ya tenía todo lo que necesitaba para el examen. El único problema es que el examen era presencial así que tendría que irme antes de lo previsto, eso me puso un poco triste pero a la vez estaba eufórica, tenía muchas ganas de empezar mi nueva vida en Nueva York.