stay for a bit

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—No quiero que las personas que amo se vayan de mi vida.

El Señor Negro miró a Kul-Manas de manera dulce, admirando la delicada brisa que movía sus plumas.

—Hay personas que entran a nuestra vida, se quedan por un rato y luego tienen que irse.

El cuervo tomó su mano para besarla con su pico, causando que el aristócrata hiciera lo mismo pero con más intensidad y amor.

—Pero eso es triste...

—Lo es... ¿Pero no es mejor quedarse con los buenos recuerdos?

Ambos se miraron enamorados para comenzar un dulce beso a su manera, rodeados del bello caos de Alagadda. El Señor Negro acaricio la máscara del cuervo, llevándola a sus suaves plumas violetas, erizando la piel debajo del plumaje.

Mon seigneur...

La voz sonaba tan parecida a... 049.

Y las memorias volvieron a su consciencia, azotando su psique con tal fuerza que se paralizó su cuerpo entero por lo que parecían horas.

Ahí es donde Kul-Manas morirá.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒔𝒐 𝒑𝒂𝒕𝒉𝒆𝒕𝒊𝒄, 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒚𝒐𝒖?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora