Nueve meses para conquistarte

Segundo Trimestre: Salvando lo inesperado

Tsutako no creyó que vería la habitación dónde le hicieron su ultrasonido tan pronto nuevamente. Y quién lo diría, su hermana menor era la premiada en esta ocasión. No era por menospreciar la incalculable ayuda de las hermanas Kochou, pero la mayor de las Tomioka quería asegurarse con su médico de confianza que Giyuu efectivamente estaba sana y salva junto al pequeño.

"Este médico es amigo de papá, ayudó a mamá cuando Yuu y yo nacimos y fue tan amable como para supervisar mi embarazo desde el inicio. Si alguien sabe todo sobre nuestro historial médico, es él." Se dijo la mujer de trenza, abriendo la puerta para que Giyuu pasara primero.

Como si hubiera sido avisado, un hombre de edad avanzada con algunos cabellos blancos pero todavía joven, las recibió con una enorme sonrisa cálida.

- Las hermanas Tomioka, Tsutako y Giyuu. Bienvenidas, pasen por favor chicas.

En cuanto entraron a la habitación donde se haría el ultrasonido, el hombre le indicó a Tsutako que tomara asiento y a Giyuu que se acostara en lo que preparaba todo.

- Su padre no me ha dicho nada sobre esto por lo que puedo asumir que no sabe todavía ¿Verdad?

Ambas hermanas abrieron los ojos como platos y se quedaron viendo de reojo antes de tener diferentes reacciones. La menor tenía la misma expresión de siempre, sus facciones ahora de un apenado rojo, la mayor mantenía su sonrisa pero su mirada pegada al techo le decía todo al doctor.

- No, tiene usted razón. Nos gustaría mantenerlo así porque esperamos que se lleve una gran sorpresa al descubrirlo – aclaró la azabache de trenza, moviendo su mano arriba y abajo para restarle importancia.

El hombre dejó salir una risa antes de tomar la mano de Giyuu y alzarla para demostrar sus sospechas.

- Claro, sobre todo si su pequeña más pequeña no tiene a la pareja comprometida legalmente con todo este asunto.

La maestra retiró su mano para cubrir la ausencia de algún tipo de anillo y solo se puso más nerviosa mientras su hermana mayor trataba de cambiar el tema.

- Bueno, bueno – rio el doctor – vamos a ver que se trae entre manos este chiquitín.

Ambos se divirtieron con las expresiones de Giyuu al momento de esparcirle el gel en el abdomen. Cada punta de cabello en su coleta su alzó cómicamente para después temblar ligeramente.

- Odio el gel, está frío – murmuró la maestra, con cara todavía sobresaltada.

Tsutako dejó salir una risita comprensiva con sus ojos cerrados mientras el doctor asentía divertido. La pantalla mostró el interior del vientre y ambas Tomioka tenían su mirada pegada a los tonos de gris para no perderse nada de lo que sucediera.

- Veo que todo está en orden. Es un niño muy sano y lleno de energía hasta dónde puede verse – el hombre señaló la pantalla y con la otra mano pasaba el instrumento del ultrasonido por el abdomen de Giyuu - ¿Ven como lanza patadas con fuerza? Tiene el espíritu de batalla de su madre, no hay duda.

- ¿Puede decirnos cuanto tiene de embarazo? – preguntó la azabache de trenza con ansias.

- Claro que sí... veamos... Tomioka Giyuu, tienes... cinco meses y me atrevo a decir dos semanas.

Ambas jóvenes intercambiaron miradas sabiendo que tenían la misma sensación de nerviosismo por dentro.

- Quiere decir, que en solo un par de semanas ¿Mi hermana tendrá seis meses de embarazo?