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El living comenzó a llenarse a medida que se hacía más tarde, y para la medianoche ya había unas cincuenta personas. Afortunadamente había un patio trasero donde tomar aire, que fue lo que hicieron Yamaguchi, Tsukishima y Yachi apenas sintieron que el calor era demasiado adentro. Había un par de personas bailando, incluida Hitoka con una de sus amigas, dejando solos a sus amigos por unos minutos. Tadashi iba por el segundo vaso de lo que estaba casi seguro era jugo, y Kei por el cuarto, no tenía gran tolerancia a los lugares con gente y sudor ajeno.

El ambiente, y quizás un poco gracias a que el vaso que tenía en la mano realmente estaba mezclado con un poco de vodka, le dieron un poco más de valentía a Yamaguchi para soltarse y decidirse a invitar a bailar alguna canción a su mejor amigo.

"¡Vamos a bailar Tsukki!"

"Hace demasiado calor."

"Solo una canción, lo prometo."

Acabo aceptando de mala gana, el baile no era para nada uno de sus dones. Afortunadamente, la canción que sonaba era genérica y no era difícil seguir el ritmo. Yamaguchi en su lugar era mejor bailando. No podía llamarse experto, pero al ver que todos se movían libremente comenzó a hacer lo mismo, dejándose llevar entregándole una sonrisa a su mejor amigo. Tsukishima intentó negarse a seguir al finalizar la canción, pero no lo logró al ver la cara de alegría que tenía Tadashi. Sintió su estómago retorcerse, por un momento creyó que era por la cantidad de bebidas que había consumido.

Yamaguchi notó que el mayor se había quedado quieto mirándolo extraño.

"¿Todo bien, Tsukki?"

Salió de sus pensamientos y lo miró a los ojos intentando actuar como si nada hubiese pasado.

"Si, solo me mareé un poco."

Dicho esto, Tadashi tomo las manos del más alto y las colocó en sus hombros. Kei pudo sentir sus mejillas tornarse rosadas por la acción.

"Sostente de mí, no quiero que te caigas." Dijo algo avergonzado. El contrario asintió y bailaron dos canciones con esa cercanía. Podían sentir una tensión en el ambiente, Yamaguchi se sentía en el cielo teniendo al de lentes tan cerca suyo, se movía con un poco más de comodidad y sus brazos se rozaban por momentos. Tsukishima por su lado estaba confundido, aquella emoción que no lograba identificar se estaba volviendo más recurrente cada vez que estaba con su mejor amigo.

No la odiaba, pero quería que se fuera.

"Estoy cansado."

"Adentro hay sillones, ¿quieres ir?"

Asintió, se dirigieron allí tomados de la mano para que no perderse entre la gente. Allí estaba esa extraña emoción de nuevo.

"Quédate aquí mientras busco algo de agua." Le dijo Yamaguchi al ver a su amigo y notar que estaba acalorado. Dicho eso, fue hasta la cocina dejándolo solo.

"¡Tsukishima!" Dijo Shoyo al verlo solo.

"¿Sigues aquí, enano?" Respondió de mala gana estirando un poco las palabras. Hinata pudo notar rápidamente que le había afectado por completo el alcohol metido en las bebidas.

Nunca creí ver esto, pensó pero se lo guardo para no recibir un insulto de regreso. "¿Y Tadashi?"

"Fue a buscar agua." Respondió. Se fue hace mucho, lo extraño.

"Está bien, te acompaño hasta que vuelva." Dijo sentándose a su lado. "¿Cómo lo estás pasando?"

"Mejor de lo que creí."

"Eso es bueno. Apenas te vi pensé que te irías antes de las doce porque te aburriste o algo así. Me sorprende que hayas venido incluso."

"No quería hacerlo. Yamaguchi me convenció."

"Realmente haces todo lo que te dice, ¿no?" Bromeó, aunque había un poco de verdad en lo que decía. Tsukishima no respondió, realmente se había quedado pensando en ello.

"¿Hay algo malo con que sea así?"

"¿Qué?" La respuesta lo tomó desprevenido. "Solo era una broma, no te preocupes."

"¡He vuelto! Hola Hinata, ¿todo bien?"

"¡Si!" Se levantó del sillón para dejarle el espacio al recién llegado. "Kei está algo borracho, mejor cuídalo bien." Le susurró y se marchó.

Una vez estuvieron solos, Tadashi le entregó el agua.

"¿Cómo te sientes?"

"Te extrañé." Dijo sin pensar.

El rostro de Yamaguchi se tornó totalmente rojo. Desde que se conocen, jamás le había dicho eso. Quiso culpar al alcohol de ello, y que realmente no lo sentía, pero en el fondo un destello de esperanza comenzaba a crecer.

Solo para comprobar, decidió responderle.

"¿Enserio?"

"Si." Contestó rápidamente. Aún en ese estado, Tsukishima era consciente de sus acciones, y quería golpearse por decir eso. "No. No lo sé." Se rindió y cubrió su rostro con sus manos, apoyando los codos en sus rodillas avergonzado.

La acción le causó ternura a Tadashi, y para no incomodar al rubio decidió ignorarlo.

Se quedaron en silencio por un rato mientras veían a la gente a su alrededor conversar y bailar.

Tsukishima fue quien rompió el silencio.

"Me gusta tu maquillaje."

Yamaguchi se volteó para verlo y se encontró con que él ya lo estaba haciendo."

"G-gracias." Se sonrojó un poco y trató de que no se notaran los nervios, cosa que no funcionó. "Quisiera aprender a hacerlo yo mismo."

"Puedo ayudarte con eso."

"¿Sabes hacerlo?"

"No, pero puedes practicar conmigo." Dijo simplemente, sorprendiendo al peliverde.

"Si, me gustaría. Gracias Tsukki."

Sonrieron al mismo tiempo y Yamaguchi desvío la mirada hacia adelante. Tsukishima se quedó observando su perfil, su nariz respingada y mejillas cubiertas por pequeñas pecas. Nunca se lo había dicho, pero le parecían la parte más linda de su rostro, dándole un aspecto adorable. Especialmente en el verano, cuando le salían en mayor cantidad por el sol; recuerda las veces en las que fueron a la playa en su niñez y Tadashi usaba gorro y demasiado protector intentando que el sol no le diera y no salieran. Podría quedarse así un largo rato hasta memorizarlas, si no fuera porque sus ojos se dirigieron hasta los de su amigo, quien aún no lo miraba. Se fijó en sus pestañas, que gracias al maquillaje estaban lo suficientemente largas para hacer que pareciera que cerraba los ojos cada vez que sonreía. También admiró el delineado, era la primera vez que lo había visto usar uno pero no le molestaría en absoluto que lo hiciera más seguido, volvía su mirada más profunda. Aún sin este, creía que tenía unos ojos muy bellos. Se distrajo un segundo cuando Yamaguchi tomó del vaso que tenía en su mano, haciendo que accidentalmente su vista baje hasta sus labios. No les había prestado atención en el pasado. Eran rosados y finos, ahora mismo de encontraban húmedos por el agua generándole curiosidad sobre como se sentirían al tacto.

"¿Tsukki?"

Al escuchar su nombre se dió cuenta de lo que estaba haciendo. Estaba rozando su índice en los labios de Yamaguchi, comprobando que eran tan suaves como imaginaba.

Mierda.

Mierda mierda mierda.

¿En qué momento sus pensamientos tomaron control de sus acciones?

Todo el rostro de Tadashi se volvió rojo, y el de lentes corrió su mano rápidamente.

No podía creer lo que había hecho, se estaba maldiciendo en todos los idiomas posibles. Intentaba sentirse culpable, pero al ver su dedo y recordar la sensación solo pudo sonreír. Allí fue cuando se dió cuenta de lo que llevaba atormentándolo los últimos días.

Estaba enamorado de Yamaguchi.

Eyes closed - TsukkiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora