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"Ya llegó mi madre, ¿vamos?" Dijo Hitoka al encontrarlos en el sillón. Le pareció extraño que no estén viéndose siquiera, pero por el cansancio decidió no darle demasiadas vueltas. No era muy tarde, pero ninguno de los tres estaba acostumbrado a salir de fiesta. Yachi supuso que cuando llegaran a sus casas probablemente se tirarían a la cama y se dormirían al instante.

El viaje en auto fue silencioso. La madre de Yachi no hizo muchas preguntas entendiendo el sueño que tenían. El primero en quedar en su casa fue Tsukishima, a quien se le comenzaba a pasar el mareo más no la vergüenza. No se atrevió a mirar a Yamaguchi a la cara en todo el camino. Agradeció que su madre y su hermano estuvieran dormidos ya que le interrogarian por un largo rato sobre la fiesta. Se acostó en su cama apenas llegó pero no pudo dormir.

¿Realmente estoy enamorado?

Esa pregunta seguía en su cabeza, y aunque en el fondo sabía la respuesta se negaba a aceptarla. Jamás se había enamorado de nadie, siquiera sentir algo más que atracción física. O quizás, ¿siempre lo estuvo y no lo sabía? Era muy confuso, y le costaría entenderse por completo. Especialmente al tratarse de su mejor amigo desde la infancia. Decidió darle un descanso a su mente y dormir, a pesar de que haya estado más tiempo del que quería admitir con la vista en el techo.

Yamaguchi se despidió de su amiga y la madre y entró a su casa. Apenas cerró la puerta ahogó con su mano un grito. Habían pasado demasiadas cosas esa noche.

Fue hacia el baño para quitarse el maquillaje, y mientras lo hacía podía ver en el espejo su sonrisa y las mejillas rojas, no habían dejado de estar así desde que su mejor amigo tocó con delicadeza sus labios.

Tuvo que ser mí imaginación. Esto no puede estar pasando.

No sabía que pensar, ¿y si había sido el acto afectado por el alcohol únicamente? ¿Y si para Tsukishima no significaba nada?

Se recostó y cubrió con las sábanas, más su cabeza no dejaba de dar vueltas evitándole conciliar el sueño.

☁️☁️☁️

Hasta el lunes, los mejores amigos no hablaron por mensaje.

Cuando se encontraron en la ida a Karasuno, el pequeño recorrido fue en silencio, con unas pocas preguntas monótonas. Yamaguchi intentaba romper el hielo constantemente sin embargo el rubio no seguía la conversación, lo que le hizo preguntarse si acaso estaba molesto.

En el horario del receso, Yachi se acercó a su salón para almorzar. Su sonrisa era tan bella y relajante como siempre. Ver a su amiga alegró un poco el día de Yamaguchi, quien desde la tensión de la mañana, aún no distinguía si era únicamente de su parte o el rubio la sentía.

Hitoka también notó el ambiente incómodo en el recreo, donde los mejores amigos apenas se miraban, evitando los ojos del otro. Debido a esto, en el camino a casa, donde Tsukishima los abandonó afirmando que debía hacer algo, Tadashi decidió decirle la verdad a Yachi. Mientras lo hacía, el rostro de la chica pasaba de la inquietud al asombro, cubriéndose la boca para no hacer ningún ruido e interrumpir. Una vez terminó, la miró dándole el hincapié para hablar.

"Primero que nada, creo que no hay duda de que sienten lo mismo. Segundo, ¡¿como pudiste estar tan calmado?!" Dicha respuesta hizo reír a Yamaguchi, no esperaba menos de su mejor amiga. "Tienen que hablar de esto, o solo lo acumularán hasta que explote, ¡y eso no puede pasar, no imagino un mundo donde no haya un Yamaguchi sin un Tsukishima!"

Aquella reacción le dio un poco de risa.

"¿Enserio crees que Tsukki se siente igual que yo?"

"No puedo asegurarlo, ¡pero creo totalmente que es así!"

"No lo sé, me gustaría estar seguro antes de hablar. No quiero arruinarlo."

"¿Por qué no hablas con los demás en el equipo? Ellos también lo conocen lo suficiente."

No es mala idea pensó Yamaguchi, aunque primero debía averiguar la forma de encarar una conversación de ese tipo con ellos, y a quienes les preguntaría. No quería que se enteren todos en el equipo, ya que de algún u otro modo llegaría hacia Tsukishima.

☁️☁️☁️

Un día después, luego de un entrenamiento relajado ya que aún no comenzaba el primer torneo, Yamaguchi se decidió a hacer algo debido a que aún notaba que entre él y Tsukishima habia una distancia que nunca habían tenido. Aunque se hablaron como es habitual, apenas miraba a sus ojos al hacerlo y parecían temer tocarse bajo cualquier término.

"Kageyama, ¿podemos hablar un minuto?"

La práctica ya había terminado, y quedaban unos pocos en el gimnasio por lo que Yamaguchi se acercó al pelinegro quien se estaba limando las uñas en el suelo.

"Si, ¿tienes alguna duda?" Respondió sin mirarlo.

"No, no se trata sobre eso. Es más bien algo personal."

El razonamiento que tuvo Tadashi durante la noche antes de dormir fue el siguiente: debía optar por alguien que sabe no diría nada al resto; y llegó a la conclusión de que si Kageyama, quien no es la persona más inteligente sentimentalmente, notó que Tsukki se comportaba distinto con él, es que es bastante obvio y no habría lugar a dudas de que es así.

Además, su otra única opción era Hinata y probablemente respondería quejándose del rubio más que ayudando.

"Oh, está bien."

"Acaso... alguna vez..." No sabía de que forma preguntarlo, y le ponía nervioso imaginar que alguien escuchara. Quizás Kageyama no se de cuenta del motivo de la pregunta, pero seguramente cualquiera de los demás si lo haría. "¿Has visto que Tsukki nos trata a todos distinto, cierto?"

"Si, creo que no le caigo muy bien. Pero Hinata le cae peor." No había molestia en su voz, lo decía como un simple hecho y le dió algo de risa.

"No es así, o bueno, no tanto. En el fondo nos aprecia a todos."

Kageyama solo asintió con la cabeza.

"Lo que quería saber, es si crees que hay algo distinto en como me trata a mí."

"Definitivamente. Cuando entras a jugar en un partido oficial su rostro se vuelve... lo más cercano a estar feliz que puede estar."

"¿Enserio?"

"No sé queja tanto de mis pases, ni dice comentarios para molestarnos. También se lo ve más enfocado, lo noto en su rendimiento."

"¿Y fuera de la cancha?"

"Pues, no le presto mucha atención, lo hago cuando su actitud puede llegar a afectar el juego. Sin embargo, siempre te mira, aún cuando le esté hablando. Cuando Hinata le dice que nos ignora solo se ríe en nuestras caras."

Pero, ¿eso significará algo? Es fácil ver que su relación es más cercana, solo necesita saber hasta que punto.

"No lo había notado, ¿es muy seguido?"

"No puedo decirlo con claridad, pero ahora mismo está haciéndolo."

"¿Eh?!" Sin pensarlo, se volteó y se cruzó con la mirada de Tsukishima, quien enseguida la desvío y siguió hablando con un chico de primero.

Más allá de no obtener una respuesta tan precisa como le gustaría, se decidió por hablarle. No le gustaba estar así con su mejor amigo.

Si lo que necesitaban para que su relación vuelva a ser lo que era antes es un rechazo, Yamaguchi estaba dispuesto a aceptarlo.


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No quería dejar sin terminar esto, así que iré subiendo los últimos capítulos a medida que los vaya escribiendo. No recuerdo la idea original para su final así que seguramente sea más apresurado de lo que en un inicio debí pensar.

Si después de tanto tiempo inactivo siguen aquí, gracias por apoyar la historia! xx

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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Eyes closed - TsukkiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora