¡No te vayas! (Kyman / Cartyle)

Capítulo 1: "Así eres tú"

Advertencias: dubcon, escenas explícitas +18

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

He don't wanna know me
Says he made the big mistake of dancing in my storm
Says it was poison

—  Lorde, "Liability"

Cierta noche, Wendy había organizado una fiesta. Al principio, aquel plan parecía tener potencial para Kyle, básicamente porque había varias caras conocidas con las que compartía y se divertía. Ahora que Stan no estaba en el pueblo, le hacía falta convivir con amigos más que nunca.

Sin embargo, más o menos a las dos horas, cada quien había agarrado rumbos diferentes, al grado que el pelirrojo comenzó a sentirse algo enojado e inquieto.

Primero, porque se había sentado en el sofá a tomar su quinta cerveza y al lado estaban dos compañeros comiéndose las bocas con una pasión increíble. En segundo, porque ver tan de cerca a ese par le había puesto algo "ansioso", ya que llevaba un tiempo sin tener nada de contacto.

Eric ni siquiera sabía por qué había ido a esa maldita fiesta. Sabía que por ser de Wendy ni siquiera habría buena comida. En sí sólo se decidió para acompañar a Kenny, porque éste le había prometido presentarle a unas chicas fáciles, con las que mínimo un manoseo sí habría.

Pero al final, el rubio se había perdido en algún lugar de la casa, probablemente en los brazos de dichas mujeres, mientras él rodaba los ojos con fastidio cada que una pareja se desinhibía frente a él. O sea, estaba muy bien que se quisieran y esas mierdas, pero ¿por qué comer en frente de los pobres?

Se le pasó la velada en marinarse en su amargura y pasar una tras otra ronda de alcohol. Eso no mejoraba su estado de necesidad, ¿o era que le costaba más disimularlo?

Para él no hubo algo mejor que llevarse un paquete de cervezas, unos Cheesy Poofs y encerrarse en uno de los baños, por lo menos hasta que Kenny se dignara a aparecer, pudiera golpearlo y largarse de ahí. Llevaba un par de minutos recostado en lo ancho de la bañera cuando escuchó toquidos insistentes que lo hicieron resoplar y levantarse en medio del mareo y la flojera.

Se dijo que igual podría ser alguien interesante... y sí que lo era. Sólo de ver a su judío favorito para molestar esbozó una amplia sonrisa, a la vez que cerraba un poco la puerta para que no tuviese un hueco para escabullirse hacia el interior del baño.

Kyle había tocado varias veces la puerta del baño para saber si estaba ocupado y en realidad, sí que lo estaba, para su desgracia—. Déjame pasar, culón —le dijo, envalentonado por el alcohol en su sistema. Y por las ganas de mear.

— ¿Tienes la contraseña, judío? —Eric ladeó un poco el rostro y soltó unas carcajadas. Hubiera sido hilarante verlo dar saltitos de urgencia, porque supuso que quería hacer sus necesidades.

Kyle le fulminó con la mirada tras recibir esa pregunta tan tonta. Es que, de todos en aquel lugar, tener que venirse a topar con quien más le tocaba los cojones.

— Mierda, ¡sólo quítate ya, Cartman! —exigió de inmediato. Sentía que la vejiga le iba a estallar. Tenía apenas cincos cervezas en su sistema, pero, para él que no bebía con frecuencia, es como si fueran diez.

Para Eric de plano ver a Kyle orinarse sería más penoso que divertido ahora. Podía notar la influencia del alcohol sobre el rostro ajeno, con unas ligeras chapitas adorables sobre sus cientos de pecas... Y el sólo reconocerlo así lo hizo crisparse y desviar la mirada, a la vez que abría del todo la puerta para dejarlo pasar.