LA HERENCIA (Emiliaco)

Capítulo: 5

Joaquín salio apresuradamente del despacho, mal diciendo mentalmente por ser tan estúpido y ceder a los deseos que había ocultado en los últimos años.

Sin pensarlo en lo absoluto fue a su departamento por un cambio de ropa y condujo al bar que estaba cerca de la ciudad, uno de los mejores. Su plan es sencillo, llegar encontrar a alguien, llevarlo a su departamento, follar y luego casarse.

Con ese pensamiento entra y espera encontrar a alguien. No pasa mucho tiempo cuando una chica con cabello negro le da miradas coquetas, va hacia ella y empiezan a bailar.

Emilio queda un poco desconcertado, el esperaba un beso no que su madre los interrumpiera y Joaquín saliera corriendo de la manera en lo que hizo. Despidiéndose de su madre siguió al castaño, vio cuando salio de su departamento vestido tan casual como pocas veces se lo veía, luciendo exquisito y caliente, lo vio entrar a un bar al cual no dudo en entrar también, vio también cuando una pelinegra lo vio y empezaron a bailar pero eso no duraría mucho, no si el podía impedirlo.

Como siempre, atrajo varias miradas mientras se dirige a la pista de baile, al lugar donde se encuentra el castaño, para ser específico, ignora cada una de las miradas de las chicas y chicos. Una vez que esta cerca de Joaquín, habla lo bastante fuerte para ser escuchado.

__Amor, te busque por todas partes__una preciosa sonrisa adorna su rostro, con un golpe de caderas aleja a la chica y posa sus brazos en el cuello de Joaquín__gracias por cuidar a mi prometido, linda. Puedes irte.

__¿Están comprometidos?__la chica luce bastante molesta.

__Claro que si, también tenemos un bebé en camino__dio media vuelta pegando su espalda al pecho del castaño tomando su mano para llevarla a su vientre__esperamos hacer la boda antes que este tan gordo que sea difícil.

La chica se fue dando pasos fuertes, Emilio río pero Joaquín no.

__¿Que demonios se supone que haces, hermanito?__el susurro directo a su oreja le causo un escalofríos a Emilio.

__No dejare que embaraces a cualquiera para quedarte con la herencia.

__Por supuesto, por que al único que quieres que embaraces es a ti ¿Verdad? Es por eso que inventaste todo esto de la boda y el bebé.

Ahora se encontraban bailando muy pegados, las manos de Joaquín se ceñían fuertemente en las caderas de Emilio, quien de volvió dócil en las manos de su hermanito no, no es su hermano, es solo Joaquín.

__No digas tonterías__las palabras salieron susurradas que no estaba seguro que hayan podido ser escuchadas.

__No sin tonterías, hermanito__Emilio gimoteo al escuchar la última palabra__es lo que veo que quieres, que seas tu el que lleve a mi hijo__dejo un húmedo beso en su mejilla.

__Hermanito no, no somos hermanos, somos solo Emilio y Joaquín__negó rápido.

__¿No te gusta ser mi hermanito?

__Quiero ser Emi para ti, no hermanito__un pequeño puchero apareció en sus labios.

Joaquín no puedo resistirse a dejar un suave beso sobre el.

__De acuerdo, hoy seremos solamente Emilio y Joaquín. No seremos hermanos y disfrutemos la noche.

La sonrisa que Emilio le dio, le hizo saber que había tomado la decisión correcta. Nuevamente empezaron a bailar, no sabían en que momento se habían detenido. Los movimientos del rizado eran sensuales y lo tenían nervioso, en un momento estaban pecho contra espalda, el trasero de Emilio frotándose contra su pelvis, sus manos sostenían las caderas intentando controlarse y no simular embestidas, ahora podía entender a todos los chicos que se volvían locos por Emilio, tenia unos movimientos de muerte. Lo volteo y su cabeza automáticamente lo guió s los labios del contrario, tomando por sorpresa al rizado.

Empezaron un beso salvaje al principio, que poco a poco se convirtió en uno lento y dulce. Se separaron con la respiración agitada, uniendo sus frentes, las mejillas de Emilio eran acariciadas por las grandes manos de Joaquín, quien recibía pequeñas caricias en la nuca por parte del chico frente a el.