Capítulo: 18

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El silencio reinaba en la habitación.

Hacía más de media hora que su madre se había ido y les había leído el verdadero testamento de su padre.

La empresa y todos los bienes estaban divididos en partes iguales para ambos, sin requisitos que cumplir, sin normas para poder hacer uso de la herencia, el paso libre para ambos.

Emilio miraba a su hermano parado frente a la ventana con la vista a la ciudad, no sabía qué pasaba por su mente. Los miedos empezaron a hacer de las suyas de nuevo.

__¿Vas a dejarnos?

Joaquín giró tan rápido su cabeza, que si la situación fuera otra, Emilio se habría reído de eso.

__¿Por qué lo piensas?

Frunciendo el ceño se acercó a su hermano sentado en el centro de la cama.

Emilio se veía tierno y vulnerable. Jugando con los dedos de sus manos y con la cabeza hacia abajo.

__Tienes el cincuenta por ciento de la empresa, la mitad de todo lo que nuestro padre tenía. Podrías manejar perfectamente todo, podrías hacer que te venda el otro cincuenta por ciento para que seas el dueño total. Ya nada te retiene a nuestro lado, puedes tener lo que siempre quisiste.

Levantó la mirada cuando luego de un tiempo Joaquín no había dicho nada. Lo que vio le dejó con un mal sabor de boca y una sensación fea en el estómago. Los ojos de su hermano expresaban dolor, sus facciones decepción e incertidumbre.

__Creí que ya habíamos aclarado esto. No estoy con ustedes por la empresa o el dinero. Emilio, te amo. Amo a nuestro hijo que se está formando dentro de ti. Pensaba que me conocías mejor que esto.

Emilio sollozando se levantó y abrazó a Joaquín.

__Aún tengo miedo, perdóname.

El mayor acarició la espalda de su hermanito.

__¿A qué le temes?

__Que esto no sea real. Que un día me despierte y no estés a mi lado. Tengo miedo e perderte ahora que te tengo.

__Yo también lo tengo, amor. Eres tan perfecto que no sé que haría sin ti. Estuve tanto tiempo sin ti, viéndote desde lejos, anhelando tocarte, besarte, tenerte entre mis brazos. Sólo era un expectador en tu vida; Ahora soy el protagonista. Cometí un error, pero no volvería a cambiarte por nada, te lo dije antes y te lo diré de nuevo. Escuchame bien, hermanito__tomó el rostro de Emilio entre sus manos para poder verlo directamente a los ojos__ No me importa no tener la empresa, el dinero o cualquier cosa material si tú no estas a mi lado. Y ahora con este bebé en camino, seremos una familia feliz. Haré cualquier cosa, escuchame bien, cualquier cosa por hacerlos felices. Una vida a tu lado es lo que siempre quise y esperé, ahora que lo tengo no dejaré que te vayas.

Emilio lloraba sin vergüenza ahora.

__Te amo.

LA HERENCIA  (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora