LA HERENCIA (Emiliaco)

Capítulo: 6

La puerta del departamento fue abierta de forma abrupta y cerrada de igual manera, la espalda de Emilio golpeó la misma. Las manos de Joaquín estaban en todas partes del cuerpo del rizado, el beso era intenso y rudo.

Se separaron momentáneamente, solo el tiempo justo para que las piernas del menor se ubicaran en la cintura del castaño. A grandes zancadas se dirigió a su habitación, una vez en ella arrojó al menor a la cama causando un ligero rebote, en otras circunstancias Emilio se hubiera molestado por tal agresión pero ahora, ahora mismo solo lo calentaba en sobremanera el actuar rudo de Joaquín.

__Te ves tan jodidamente hermoso, con la respiración agitada y tus hermosos labios hinchados y brillosos, tus ojos cerrados de excitación y tu cabello despeinado. Eres caliente, hermanito.

Emilio gimió, un largo gemido cargado de excitación. Le molestaba ser llamado así por Joaquín, pero era tan caliente que lo llamara hermanito cuando estaban a punto de follar.

La ropa poco a poco fue desapareciendo, prendas volaron por aquí y por allá. Las grandes manos de Joaquín acariciaban la piel que iba quedando expuesta, besos fueron dados también. Habían llegado a el algunos rumores de lo apasionado que era su hermanito en la cama, pero experimentarlo era completamente diferente.

__¿Cuantos?__preguntó mientras apretaba la tierna piel de los muslos de Emilio.

__¿Cuantos que?__Emilio realmente no entendía la pregunta del castaño ¿Cuantos dedos quería en el? La respuesta seria tres, tres dedos de la mano grande de su hermano y su lengua también.

__¿Cuantos te han visto así? ¿Cuantos han tenido el honor de escuchar estos hermosos sonidos que haces?

Mientras preguntaba volteo el cuerpo del contrario dejándolo con el trasero al aire cubierto únicamente por unos pequeños y ajustados boxers rosas. Acariciaba los glúteos, sacando gemidos bajos de Emilio, al no obtener respuesta el primer azote llego.

__Hice una pregunta__otro azote fue a parar al trasero del rizado.

__Dos__respondió luego de recuperase del impacto.

__¿Dos? A mis oídos han llegado mas de dos rumores de lo bueno que eres en la cama__dijo con algo de furia, tan sólo de pensar en su hermanito con alguien mas, pasando sus sucias manos por tan maravilloso cuerpo lo llenaba de celos.

__Solo han sido dos, mi primer novio y Zack. Los demás han sido conquistas del momento, no me he acostado con ellos.

__¿Zack, tu mejor amigo? Eres una pequeña zorra. Acostándote con tu mejor amigo__dio un par de azotes mas.

__Estábamos ebrios, al día siguiente ambos amanecimos desnudos y llegamos a la conclusión que algo había pasado.

Joaquín se calmo un poco, despertar con alguien denudo a tu lado no siempre significa que hubo sexo. En estado de ebriedad algunas personas suponían al día siguiente haber hecho cosas, que no siempre eran verdad.

__Entonces debes estar tan apretado.

Con ambas manos apretó los glúteos de Emilio, quien gimió alto y fuerte. Se estaba convirtiendo en el nuevo sonido favorito del castaño, luego lo depuso de los boxsers. Separando ambas mejillas, vio lo que tanto quería, la pequeña y apretada entrada de Emilio estaba frente a sus ojos.

Con ojos depredadores vio el cuerpo frente a el, con la cabeza inclinada hacia un lado, ojos cerrados, labios abiertos dejando escapar los hermosos gemidos y suspiros que estaban volviéndolo loco, respiración agitada. Con una sonrisa de lado se inclinó hasta estar frente nuevamente con la entrada del rizado, soplo un poco, causando un estremecimiento en su amante, luego dio una larga lamida, desde el perineo hasta la fruncida entrada, el gemido que lanzo su hermano le saco una sonrisa aun mas grande. Estaba siendo ruidoso, sin duda alguna eso le encantaba.

Sería una larga noche.