Más Cercanos | Killupika

#2 | No pegamos juntos

—Chicos, Leorio y yo nos iremos a jugar fútbol, ¡Después nos vemos! —dijo Gon y salió disparado hacia el patio.

—Sabemos que no les gusta el fútbol, ¡Pero si quieren pueden venir a vernos! —y después de esas palabras Leorio se fue corriendo atrás de Gon.

Kurapika y Killua vieron como sus amigos los abandonaban a su suerte con un extraño, ambos se miraron de reojo e incómodos.

—Por favor dime que tienes más amigos. —dijo Killua.

—No.

—¡Maldición!

Sus amigos los habían dejado a ambos solos el primer día de la semana, durante todo el día tuvieron que soportar la incomodidad de saber los secretos de cada uno y aparte no sabían que Gon se había unido al club de fútbol, mismo club de Leorio.

Ambos chicos eran bastante tímidos y apenas podían soportar a desconocidos mientras Leorio y Gon estaban, además de eso ambos se habían contado sus más grandes secretos creyendo que no se volverían a encontrar otra vez, lo que hacía más difícil e incómoda la situación.

Killua sugirió preguntar las cosas preferidas de cada uno, así que ambos muchachos escribieron las preguntas en cuadernos y dirían las respuestas para ver qué tienen en común

—Bueno, entonces repasemos, ¿Cuál es tu actividad favorita?

—Leer.

—Jugar videojuegos.

Ambos se miraron en silencio un momento y Killua continuó.

—Okey, la siguiente, ¿Programa favorito?

—La venganza de Analía.

—Hunter x Hunter.

Otro momento de silencio dominó el pasillo y Killua empezaba a frustrarse.

—¿Dulce o salado?

—Salado.

—Dulce.

Ante la última respuesta del rubio, Killua tiró el cuaderno y revoleó su cabello, frustrado completamente.

—Es imposible, ¡Eres un abuelo!

—Y tú un mocoso.

—No puedo más, definitivamente no pegamos juntos.

—Pues yo me divertí.

Kurapika rió al ver cómo Killua se revoleaba los pelos y le mostró una pequeña sonrisa, Killua puso su mano en la nuca y se sonrojó levemente.

—Bueno... ¿Entonces de qué hablamos?

—No sé, piensa algo.

El albino intentó buscar algún tema de conversación diferente mientras los ojos de el mayor estaban encima de él, pero lo único que se le ocurrió fue una pregunta.

—A tí... ¿Por qué te gusta Leorio?

Esa pregunta sorprendió a Kurapika, quien desvió la mirada de Killua y cambió su expresión a una más tímida.

—Porque me hace reír —contestó avergonzado. —Y es bueno conmigo.

Killua lo miró confundido, con una mirada que decía "¿Solo eso?", algo que el rubio ya se veía venir por su vaga respuesta.

—Amigo, estás jodido.

—Ni me lo recuerdes —suspiró. —¿Y a tí por qué te gusta Gon?

—¿Hace falta responder?

—No, te entiendo, Gon me parece un buen chico.

—Exacto —dijo el ojiazul orgulloso de su amigo. —De hecho en secundaria era el más querido por los profesores.