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Capítulo tres: Un dientito.

8 años.

—Hey, Seungminnie, mi mamá compró algo para que hagamos hoy después de la escuela ¿adivina que es? —preguntó Hyunjin muy alegre.

Seungmin se quedó pensando un momento.

—Yo... no tengo idea. —respondió bajito, como de costumbre.

—Compró ingredientes para hacer galletitas, incluso Bin dijo que nos ayudaría. ¿Qué te parece, Minnie?

—Suena bien. —sonrió sin mostrar los dientes, de nuevo algo muy común en él, pero Hyunjin lo notaba algo extraño, sin embargo, dejó pasar por el momento.

—Si, si, ojalá y las horas pasen rápido mientras estemos en la escuela, no puedo esperar a ir a casa.



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La hora que más ansiaban ambos pequeños por fin llegó, pero, mientras esperaban a que Changbin saliera, unos niños que molestaban a Seungmin se acercaron a ellos.

Y para mala suerte del menor, uno de ellos se dio cuenta de algo que el castañito había estado ocultando durante todo el día.

—Oh, Seungmin está chimuelo. —dijo y todos los demás rieron—. Se ve aún más feo que antes.

—¿Feo? Acaso te has visto en un espejo, ¿quién te crees para hablar así de Seung? ¿Qué tiene de malo que se le haya caído un diente? ¿Acaso a ti nunca se te ha caído uno?

Hyunjin defendió a su amigo, quien solo miraba el suelo con ganas de llorar.

—Tú no te metas, Seungmin se debería defender solo.

—¿Y qué si no lo hace? No tiene que estar perdiendo el tiempo con mocosos como tú, a Minnie le podrá faltar un dientito, pero a ti te falta cerebro y ni siquiera eres lindo.

Fue lo último que dijo, tomó de la mano a Seungmin y caminaron ignorando lo que decían detrás de ellos, luego vieron a Changbin que apenas estaba saliendo.

—¿Qué pasó? ¿Ocurrió algo malo? —preguntó el mayor con un tono preocupado al ver a su hermano menor muy enojado.

—Solo vámonos ya.

Changbin se limitó a asentir con la cabeza y los tres se fueron caminando hasta llegar a casa de Hyunjin, en cuanto llegaron Bin salió disparado a su habitación dejando a su hermano y a Seungmin en la sala.

—Seungminnie, ¿por qué no me dijiste que se te había caído un diente? ¿Es por eso que no habías sonreído en todo el día? —le preguntó Hyunjin.

Seungmin rápidamente se puso un poco rojito de la vergüenza.

—Si.

—Minnie, no debes tener pena conmigo, sabes, yo jamás te voy a decir algo malo, me puedes contar lo que sea y siempre voy a estar para escucharte porque tú eres importante para mí. Nunca me atrevería a hacerte sentir mal.

Sí, con sus 8 años Hyunjin siempre tenía ese tipo de palabras para Seungmin, su madre y su padre le habían enseñado que cuando alguien estaba triste era bueno darle palabras de aliento para hacerlo sentir mejor. Y cuando Hyunjin conoció a Seungmin sintió la necesidad de decirle cosas lindas aún sin que estuviera triste.

—Pero, Jun dijo que... —intentó hablar Seungmin, pero Hyunjin lo interrumpió rápidamente.

—Seungmin, lo que dijo Jun es mentira, él no es una buena persona, no tienes que escuchar las cosas que él diga. ¿De acuerdo?

Protegerte | hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora