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Capítulo diecisiete: Tú puedes hacerlo.

Hyunjin se encontraba sentado frente a su hermano, quien lo miraba de una forma bastante seria, había querido escapar de él luego de que llegaron a su casa, pero le fue imposible, pues Changbin era como un chicle pegado en el zapato.

—¿Por qué no me lo dijiste? —cuestionó el mayor, mostrando su enojo.

Y es que, le molestaba que Hyunjin se había guardado un montón de cosas en todo ese tiempo.

—No quería preocuparte.

—Soy tu hermano, así te pase la cosa más mínima voy a preocuparme, porque me importas y te quiero demasiado.

—Yo lo sé, es sólo que... —no pudo terminar de hablar, pues se le hizo un nudo en la garganta y empezó a llorar.

El pelinegro abrazó a Hyunjin tan fuerte como pudo.

—No es sano guardarnos las cosas que nos lastiman, ¿cómo pudiste guardar eso en tu corazoncito durante todo este tiempo, Jinnie? —no obtuvo respuesta del menor, solo se podía oír como sollozaba entre sus brazos—. No podemos dejar que los idiotas que te golpearon se salgan con la suya, mañana mismo te acompañaré a la dirección para que reportemos eso, ¿de acuerdo?

Hyunjin asintió y siguió llorando en brazos de su hermano.



(  .   .   .  )



Al día siguiente, los hermanos estaban esperando a Seungmin en la parada de autobús, Hyunjin no podía ocultar lo feliz que se encontraba por volver a ir a la escuela junto con su mejor amigo.

—¿Seguro de que vendrá? —preguntó Bin un poco desesperado por no ver a Seungmin, se estaba haciendo tarde para ir a la escuela y ya habían dejado ir a un autobús.

—Sí, me envió mensaje de que estaba un poquito atrasado porque se despertó tarde.

Changbin asintió con la cabeza, ya venía otro bus y estaba dispuesto a quedarse con Hyunjin esperando a Seungmin, pero vio a Sihyeon pasar junto a ellos para subir en aquel transporte, necesitaba hablar con ella.

—Me voy a adelantar, hermanito, nos vemos en la escuela. Me llamas si no los dejan pasar, recuerda que tenemos que ir a dirección para arreglar lo del problema en el baño. —le dijo y por último dejó un beso en su mejilla para correr dentro del bus.

Extraño. Pensó Hyunjin, mientras seguía con la vista el camino que recorría el autobús.

Sin más, se sentó en la banca a esperar a Seungmin, sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente y se hubiera quedado dormido ahí mismo de no ser porque alguien había tocado su hombro.

—Hyunjin, siento haber tardado tanto. —habló Seungmin, estaba bastante agitado, había corrido para llegar hasta ese lugar, tenía sus mejillas sonrojadas y su cabello un poco despeinado.

Se ve tan... bien.

—Está bien, no tienes que preocuparte por eso... yo... —desvió su mirada hacia cualquier lado en donde no estuviera Seungmin—. Igual ya no falta mucho para que pase el siguiente bus.

—De todas formas, llegaremos muy tarde y ya no nos dejaran entrar a la primera clase... lo siento.

—Oh, vamos, Minnie, no tienes que disculparte. Es más, yo te debería de agradecer, la clase de química es tan aburrida y más si es la primera hora, ugh, no soporto cuando la maestra le da vueltas al tema una y otra vez.

Protegerte | hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora