Protegerte | hyunmin

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Capítulo once: Destrozado.

Para Hyunjin las horas restantes del domingo habían sido eternas a pesar de tener a cinco chicos intentando animarlo, lo cual no funcionó para nada.

La señora Kim le había dicho que era probable que llegaran hasta la noche y Hyunjin hubiera ido a cualquier hora, pero su hermano se había encargado de detenerlo en cada uno de sus intentos por salir.

—Vamos, Binnie, necesito hablar con Seungmin urgentemente. Déjame salir.

—Realmente no sé lo que está ocurriendo entre ustedes dos, pero no te voy a dejar salir solo a estas horas.

—No me va a pasar nada, la casa de Seungmin está muy cerca, no hay peligro.

—Claro que lo hay, aparte a mi mamá no le gustaría que salieras tan tarde, así que por favor espera hasta mañana para hablar con Seungmin.

El chico pateó el suelo con enojo y se fue a sentar al sillón, no podía esperar más, le importaba una mierda si alguien le intentaban hacer algo allá afuera o si su madre se molestaba con él, se tenía que disculpar con Seungmin lo antes posible.

—Hey, ¿qué tal si tú me acompañas?

—No voy a hacer eso.

(  .    .    .  )

A pesar de que Changbin solía resistirse, siempre había un punto en el que terminaba cediendo a cualquier cosa que su hermano menor le pedía.

Después de que Hyunjin le rogará unos minutos más, Changbin finalmente accedió y ambos salieron de la casa tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a su madre.

—Corre, toca la puerta. —el mayor dijo una vez estuvieron frente a la casa de los Kim.

—No puedo hacer eso, ya es muy tarde y es probable que ya estén durmiendo. Mejor toquemos su ventana.

Una escena de diez años atrás se repetía.

Changbin cargando a Hyunjin en sus hombros para que pudiera tocar la ventana de su mejor amigo. Los recuerdos le inundaron la mente dándole un poco de nostalgia, ahora su hermanito, que ahora rebasaba su estatura, podía alcanzar la venta (en sus hombros) sin necesidad de hacer demasiado esfuerzo.

—Mas le vale a Seungmin salir pronto, estás muy pesado. —se quejó Changbin, haciendo una mueca cuando su hermano le dio una pequeña patada en el hombro.

No pasó mucho tiempo para que un adormilado Seungmin abriera su ventana, confundido por la presencia de los chicos, mientras tanto a Hyunjin se le iluminaba la cara de tan solo verlo.

—Seungmin, yo...

—¡Mierda! Ya no te aguanto. —dijo Changbin antes de caer al suelo con Hyunjin encima.

Los hermanos se quejaron intentando no hacer mucho ruido, eran las once de la noche y si gritaban era posible que los vecinos llamaran a la policía, lo sabían por experiencia y no querían meterse en problemas de nuevo.

Mas tarde, Seungmin y Hyunjin estaban sentados frente a la casa del chico, Changbin estaba de otro lado de la calle para darles privacidad, aunque de verdad quería saber qué era todo lo que estaba pasando entre ellos.

—¿Qué es tan importante como para que vengas a esta hora? —fue lo que preguntó Seungmin, con un tono bastante cortante.

—Tú eres lo suficientemente importante para que venga a cualquier hora del día. —Hyunjin respondió, pero por más que Seungmin intentara creer en él ahora no podía—. Yo vine para disculparme contigo, ayer te dejé solo y...